Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

domingo, 5 de abril de 2020

DISFRUTANDO POR VILLAFÁFILA

Seguimos en casa luchando contra en enemigo invisible y el campo tendrá que esperar, al igual que otras mil cosas que haremos en cuanto el confinamiento acabe. Pero eso no me va a impedir "viajar" a una verdadera maravilla. Y es que me quedaban en el cajón algunas imágenes de un viaje a la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila de hace algunos años.  Vámonos de viaje ornitológico a este rincón zamorano.

En este lugar la bienvenida te la dan las aves voladoras más grandes del mundo. Mirando a cualquiera de los campos que nos acompañan en la carretera que lleva hasta Villafáfila podemos descubrir a las enormes, tanto como espectaculares, Avutardas Comunes (Otis tarda). Y si tenemos paciencia podremos descubrir a alguno de los barbones tratando de mostrar quien es el más bonito y el que más merece la pena entre las hembras que lo miran.  En la Reserva vive el 10% de la población mundial de la especie y eso ayuda a que sea sencillo descubrirlas.



En los mismo campos donde las enormes avutardas se pavonean, es fácil descubrir al primero de los limícolas que apuntar en el complejo lagunar. ¡Que ganas de llevarme un limi al telescopio!. No en vano son unos de los protagonistas de los pasos. Entre las hierbas podemos descubrir el peñacho que tiene la Avefría Común (Vanellus vanellus) en lo alto de la cabeza. Es una de las habituales a lo largo de todo el año pero no por ello le quita espectacularidad cuando la observas a poca distancia.



Antes de seguir con los limícolas vamos a darnos un paseo por el pueblo de Otero de Sariegos, en el extremo sur de la Salina Grande. Allí no veremos gente por sus calles o en sus casas pero si que veremos, sobre los tejado se lo que no hace mucho fueron hogares de personas, el lugar de cría de un precioso viajero transahariano recién llegado a muchos tejados de la meseta. El Cernícalo Primilla (Falco naumanni) es otro de los emblemas de la Reserva








Sigamos con los patilargos. Y un buen sitio para disfrutar de ellos es la Casa del Parque con sus lagunas artificiales donde ver muchas de las especies que registrar en las zonas húmedas. Allí, antes de nada, lo mejor es charlar un rato con Pepe que, además de un gran conocedor de la zona, es una excelente persona. El primero de los limis que os voy a enseñar es una especie habitual en Villafáfila que se hace escasa en el resto de la Comunidad. El correlimos de Temminck (Calidris temminckii) es un pequeño limícola que cría en las zonas árticas de Eurasia y en la Península, aunque es regular, se observa en los pasos en pequeños números. 




El paso prenupcial es un momento espectacular para visitar Villafáfila, y si alguien no lo conoce es una carta de presentación inmejorable (aunque en este lugar todos los son). Las concentraciones de limícolas pueden llegar a ser espectaculares. En pocos lugares se pueden ver cientos de Avocetas Comunes (Recurvirostra avosseta) con su curvilíneo pico, 



Los Combatientes (Calidris pugnax) también se pueden contar por decenas siendo un buen momento para disfrutar de los variados plumajes de los machos de esta especie, notablemente mayores que las aves, con los que realizarán sus luchas en sus territorios de cría norteños. Los plumajes de tonos más pálidos se mezclan con los rojos, negros, blancos o amarillos de los machos combatientes.





Muchas otras especies de limícolas se mueven por las orillas y zonas encharcadas de la Reserva. Con paciencia podremos ver algunas de las más grandes como las Agujas (colinegra y colipinta) o Zarapitos (reales y trinadores) con otras de tamaño medio como los Archibebes (Comunes, oscuros y Claros) o Chorlitos (dorados y grises); y con las más pequeñas como Correlimos (comunes, zarapitines, tridáctilos y menudos) o Chorlitejos (Grande, chicos y patinegro).

Archiebe Común (Tringa totanus)

Chorlitejo chico (Charadrius dubius)
Pero no solo con las limícolas vamos a disfrutar en este paraíso de lagunas, charcas y  prados encharcados. También podremos descubrir algunas de las Espátulas comunes (Platalea leucorodia) que descansan en este lugar en su viaje a tierras del centro y norte de Europa. Es una de las más bellas aves de la avifauna ibérica, con su impresionante pico que hunde en el agua para filtrar invertebrados  acuáticos.



Y como no puede ser menos en una zona de humedal también es muy importante el número de aves acuáticas (anátidas, rálidos y zampullines). Aunque parte de la fama de las lagunas viene dada por la invernada de Ánsares Comunes (desgraciadamente se ha pasado de invierno con varias decenas de miles a unos pocos miles los últimos años), son muchas las especies que pasan el invierno en el lugar. Y una vez empezado el paso algunos de estos se ponen sus mejores galas. Los Zampullines Cuellinegros (Podiceps nigricollis) dejan atrás su plumaje de negro y blanco para tornar a plumaje negro con naranjas, amarillos y el rojo de los ojos. Es un ave espectacular. 



Otro de los buceadores de las lagunas de la Casa del Parque con los Porrones Moñudos (Aythya fuligula) que se sumergen continuamente para salir a unos metros de donde entraron al agua. Los machos de contrastado plumaje negro y blanco sobresalen entre las hembras de tonos pardos.



Terminamos con el más grande de los patos que se ven en la primavera del humedal (una vez los gansos han regresado al norte de Europa). Además de por su tamaño, los Tarros Blancos (Tadorna tadorna)  destacan por el color que los da nombre y que resalta allá donde estén.


Espero que hayáis disfrutado del viaje
Mucho ánimo a todos
Gracias por seguir el blog
Saludos Abulenses

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