PAJAREANDO POR ÁVILA (buscapájaros por Ávila): agosto 2018

lunes, 20 de agosto de 2018

ANDARRÍOS BASTARDOS POR EL OSO

El paso sigue su curso y ya tenemos por Ávila varios viajeros como los papamoscas cerrojillos y los mosquiteros musicales. Pero una especie de limícola ha sido la protagonista durante unos días en la laguna de el Oso. El Andarríos Bastardo (Tringa glareola) es un visitante regular de algunos humedales abulenses y este mes de agosto ah sido muy bueno para esta especie. Desde que hace algo más de una semana se viesen 16 ejemplares la presencia de la especie ha sido continua en la laguna, pese a que apenas queda agua en ella (al margen de la zona artificial).

Hace una semana estuve en ese humedal para ver si quedaba alguno de estos patilargos de dorso moteado, ceja muy marcada y patas verdosas. Nada más llegar pude ver alguno de sus primos Grandes (Tringa ochropus) y Chicos (Actitis hypoleucos) pero los bastardo no se veían . Si que pasaba un Alcaraván volando sobre la laguna mientras un Aguilucho Cenizo prospectaba el entorno.

Cambio de perspectiva y ya, desde más cerca y tras el paso de un macho de Aguilucho Lagunero (Circus aeruginosus) que levantó a todos los que se alimentaban en la cubeta de la laguna, pude identificar a 4 bastardos a los que en vuelo las patas les sobresalían de la cola al contrario que a sus primos. Un nuevo cambio de lugar hacia donde se posaron y pude disfrutar a placer de ellos en una pequeña charca donde me mostraron sus características hasta que me fui.

Andarríos Bastardo (Tringa glareola)

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domingo, 12 de agosto de 2018

EMPIEZA EL MOVIMIENTO EN VILLAFÁFILA

El mes de julio es un mes de transición en lo referente a las aves. La época de reproducción va llegando a su fin y el paso postnupcial da sus primeros pasos. Para disfrutar de este periodo donde se mezclan los estivales que pronto marcharán y los primeros migradores fuimos a la Reserva de las Lagunas de Villafáfila. El día estuvo marcado por un número, setenta, el de las especies que pudimos ver en la mañana en que recorrimos varios lugares de este paraíso. Cierto es que uno de los objetivos del día, un correlimos pectoral que vieron algunos amigos zamoranos se nos escapó. Antes de comenzar agradecer a Alfonso y Cristian su gran ayuda.

La mañana empezó como suele en este rincón zamorano, con una Avutarda (Otis tarda) que nos saludó al llegar a los campos que rodean las zonas húmedas. Ésta en concreto estaba cerca de Barrillos

Avutarda (Otis tarda)

De camino al punto donde ponernos a escudriñar cada palmo de la Salina Grande en busca del melanotos vimos dos especies de Aguiluchos y a pesar de ser más numerosos el laguneros (Circus aeruginosus) fue este macho de Cenizo (Circus pygargus) el que más nos hizo disfrutar. Espectacular su precioso ojo amarillo

Aguilucho Cenizo (Circus pygargus)

Ya en la Salina Grande la lámina de agua bullía de vida pero el pectoral no aparecía. A mucha distancia de nosotros se alimentaban alrededor de medio millas de Avocetas (Recurvirostra avosseta), Avefrías (Vanellus vanellus) y Cigüeñuela Común (Himantopus himantopus). En una zona de la laguna un grupo mixto formado por Combatientes (Philomachus pugnax), Archibebe Común (Tringa totanus), Andarríos Grandes (Tringa ochropus), 17 Correlimos Zarapitines (Calidirs ferruginea), Correlimos Comunes (Calidris alpina) y 4 Correlimos Menudos (Calidris minuta).

Buscamos incesantemente al viajero americano tanta desde Otero de Sariegos como desde la depuradora del pueblo. Y en la balsa de esta última vimos un buen grupo de Porrones Europeos (Aythya ferina) mezclados con Ánades Friso (Anas strepera) y Ánades Reales (Anas platyrhynchos), mientras que en la Salina vimos varios grupoas familaires de Tarro Blanco (Tadorna tadorna).

Porrones Europeos (Aythya ferina)

Ánade Friso (Anas strepera)

Tarro blanco (Tadorna tadorna)

Una de las protagonistas del día y con las que más disfrutamos tanto en la Salina Grande como en las lagunas de la Casa del Parque fueron las Pagazas Piconegras (Gelochelidon nilotica). Días atrás se habían citado cerca de 1000 individuos y nosotros, antes de que marcharán a principios de agosto, pudimos ver alrededor de 200 ejemplares. Verlas volar sobre nuestras cabezas fue espectacular pero más lo fue ver un grupo de adultos y de jóvenes en una isla de la Casa del Parque. También vimos otra de las golondrinas de mar, dos Fumareles Cariblanco, volando cerca de la balsa.

Pagaza Piconegra (Gelochelidon nilotica)

En las lagunas de la Casa del Parque completamos la lista de limícolas hasta llegar a las 15 especies. En una de las lagunas (apenas había agua) del recorrido vimos las tres especies de Andarríos siendo el Bastardo (Tringa glareola) el que más minutos de observación se llevó. Vimos dos de éstos junto a algunos más Grandes y Chicos.

También vimos una solitaria Aguja Colinegra (Limosa limosa) siendo acosada por las Pagazas cuando se movía un poco de su esquina de la isla. En la misma isla pero en una zona más apartada dos Agachadizas Comunes (Gallinago gallinago) llegaron volando para hundir su enorme pico en el barro.

A todo ello hay que sumas algunas otras rapaces como los Cernícalos Primillas, anátidas como el Porrón Moñudo o paseriformes como el Carricero Tordal hasta hacer la cifra redonda que os dije al inicio.

Andarríos Bastardo (Tringa glaréola)

Andarríos Chico (Actitis hypoleucos)

Agachadizas Comunes (Gallinago gallinago)

Aguja Colinegra (Limosa limosa) entre pagazas piconegras

Cigüeñuelas Comunes (Himantopus himantopus)

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martes, 7 de agosto de 2018

GARZA IMPERIAL JUNTO A LOS MARTINETES DEL ADAJA

Llega finales de julio y el Adaja a su paso por la capital recibe a una de las más peculiares de las zancudas que vemos en nuestras zonas húmedas. Su nombre científico, Nycticorax nycticorax, nos da una idea de como ese esta ardeida. Este "cuervo de la noche" es una garza de tamaño medio y cuerpo rechoncho de hábitos crepusculares que , cuando la tarde empieza a caer y el sol tiñe de rojo el cielo, sale de su reposo diario para buscar alimento en algún tramo del río. Fue en ese momento del día cuando, el jueves pasado, fui a ver a estos tres jóvenes Martinetes entre los árboles que enrejan al río en las proximidades de la capital.

El Martinete es una garza migradora que llegada esta época del año emprende un viaje que le llevará a tierras africanas aunque hay un contingente que pasa los meses fríos en algunos humedales ibéricos. En época de cría está asociado a grandes ríos con gran cobertura vegetal. Los adultos, sin dimorfismo sexual, lucen un precioso plumaje en tonos blancos en la tripa, grisáceo en la parte superior y negro en la cabeza donde lucen tres plumas largas. Los inmaduros, como los que vi en el Adaja con pardo grisáceos con moteado blanco.

Esa tarde tuve una sorpresa, ya que cuando marchaba del paseo junto a la familia, me acerqué a despedirme de los martinetes cuando vi una Garza esbelta y oscura. Al mirarla más de cerca se confirmó que tenía delante una Garza Imperial (Ardea purpurea), una garza que se ve todos los años pero en pequeño número en la zona. Salió volando aguas arriba y la pude volver a ver unos metros más adelante posada sobre una rama seca. Fue un colofón a la tarde.

Martinente Común (Nycticorax nycticorax)

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miércoles, 1 de agosto de 2018

POR LA PARAMERA DE NUEVO

Unos días antes de nuestro viaje cántabro quise subir a la montaña para buscar a mi pequeña debilidad. La zona elegida fue la Paramera, la cara sur del Zapatero para ser más exactos, y la compañía de esa tarde fueron Juan Ramón Cuervo y Juan PArra.

Mi objetivo, además de disfrutar de algunas especies propias de esta bonita sierra era ver al rey del piornal. Como sabéis este pajarillo que da color y sonido a las laderas de piorno serrano de las sierras abulenses es mi ave fetiche y siempre que veo su medalla azul, bien en las montañas o bien en zonas húmedas (en paso) la alegría es mayúscula. A este precioso macho de Pechiazul (luscinia svecica) de la subespecie azuricollis (medalla azul completa) nos costó un rato encontrarlo pero una vez subió a la parte alta de los matorrales nos dejo una estampa única que solo podemos ver en nuestras sierras y algunas leonesas.

Pechiazul (luscinia svecica)

Pero antes de encontrar al espectacular Pechiazul el ascenso hasta el piornal, a través de una zona herbácea salpicada de moles de granito, estuvo muy entretenida. Una de las especies más bonitas del lugar es la Collalba Negra (Oenanthe leucorodia). Esta collalba del color del ébano rematada con una espectacular cola blanca tiene en esta zona una de sus pocas zonas de cría en la provincia. Conseguimos ver una familia con cinco individuos, 3 de ellos jóvenes que pedían alimento a sus afanados padres.

Junto a ellas pudimos ver las otras dos especies de Collalbas que podemos ver en nuestros montes. Al inicio vimos algunas Collalbas Grises (Oenanthe oenanthe) y un poco más arriba, y hasta la zona de piorno, bastantes Collalbas Rubias (Oenanthe hispanica). Con ellas, compartiendo roquedos un habitual de los mismos, el Roquero Solitario (Montícola solitarius)

Collalba Negra (Oenanthe leucorodia)

Collalba Rubia (Oenanthe hispanica)

Collalba Rubia (Oenanthe hispánica)

Collalba Rubia (Oenanthe hispánica) hembra

En los matorrales que fuimos sobrepasando en nuestras ascensión varias especies nos acompañaron. Los más numerosos fueros los Pardillos Comunes, las más agradecidas las Tarabillas comunes, los más crípticos los Acentores Comunes, la más ruidosa la Curruca Zarcera y las más esperada esta preciosa Curruca Tomillera (Sylvia conspicillata) que hizo nuestras delicias perchada sobre el protagonista botánico del lugar

Curruca Tomillera (Sylvia conspicillata)

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