PAJAREANDO POR ÁVILA (buscapájaros por Ávila): EL PRIMER QUEBRANTAHUESOS DE ENEKO

martes, 20 de agosto de 2019

EL PRIMER QUEBRANTAHUESOS DE ENEKO

Eneko va cogiendo el gusto por salir al campo y esta en la época de las rapaces, siempre con su miniguía o algún libro de las más fuertes de nuestras aves. Y en nuestro viaje a Cantabria había una salida que teníamos ganas de hacer. A mi me hacía especial ilusión por compartir una mañana de alta montaña con él y a él le hacía ilusión tratar de ver un Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus).

Así que con muchas ganas nos dirigimos al teleférico de Fuente Dé para dar un paseo por los prados o los cortados del entorno de la estación superior del "cable". Aunque es un sitio donde se pueden ver aves específicas de las altas cumbres la idea no era darnos la paliza sino disfrutar de un lugar impresionante, aunque con la idea de ver si salía el quebranta. Y vaya si salió. No llevábamos ni diez minutos en la zona alta de la montaña cuando Eneko me llamó al atención sobre una rapaz de gran tamaño que volaba por el lado contrario donde yo estaba mirando. Al llevar los prismáticos hacia él pude identificar un inmaduro de estos gigantes alados que han regresado a las cumbres de Picos de Europa. Eneko no podía estar más ilusionado pues no solo había visto su primer Quebrantahuesos, también lo había localizado él. Las fotos son testimoniales pero merecen la pena por el valor que tienen para nosotros.

Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)

Con el quebranta visto nos pusimos a disfrutar de los pajarillos del lugar. El que más se nos acercó, y del que más tiempo pudimos disfrutar, fue el Acentor Alpino (Prunella collaris). Este precioso pajarillo de tonos rojos y morador de las altas cumbres de las montañas peninsulares se posó muy cerca mientras Eneko almorzaba para regalarnos estos posados, quizá en busca de algún resto de lo que estábamos comiendo. Pudimos disfrutar de otros dos ejemplares también muy cerca.

Acentor Alpino (Prunella collaris)

Antes de coger de nuevo el "cable" de regreso tuvimos otro momento inolvidable. Durante todo el paseo vimos un buen número de Chovas Piquigualdas (Pyrrhocorax graculus) volando de un lado para otro, pero no las habíamos visto posadas. Mientras las veíamos le conté a Eneko la exclusividad de estos córvidos en el norte de la Península y su precios pico amarillo con lo que deseábamos verlas de cerca. Para ello buscamos un sitio cómodo cerca de la estación superior y nos sentamos. No pasó ni un minuto cuando tres ejemplares de la piquigualda se posaron a nuestro lado, pudiendo disfrutar de ellas a placer.