Siempre me habían dicho que tuviese cuidado con lo que soñaba que a veces se cumplía. Pues la semana pasada debí de soñar mucho. Llevaba un par de años con ganas de hacer la salida pelágica desde Muxía y este año me decidí a subir con Eneko. Al hablarlo con algunos amigos con los que coincidía en el campo poco a poco se fue sumando gente al viaje y al final el viernes pasado éramos 8 los abulenses que poníamos rumbo a tierras gallegas (Juanra, Miguel, Alfonso, María, Juan y Ángel además de nosotros).
Una vez reservamos sitio en el Eureka empecé a soñar con ver una especie. Por mucho que Eneko me decía que había paíños, las 5 especie se pardelas o que podíamos ver alguna cachinnans mi cabeza solo pensaba en una especie. El hecho de que esa parte de la costa atlántica sea el único punto del Paleártico occidental donde se observa de manera regular, aunque escasa, un págalo venido de las frías costas de la Antártida (donde cría) que ha pasado el invierno austral (nuestro verano) en algún punto cercano al ártico, me hacía soñar con ver al págalo polar (Stercorarius maccormicki).
El domingo a primera hora estábamos subiendo al barco con otras de las ilusiones del viaje como era conocer a Dani y Marcel, dos amigos pajareros con los que me apetecía compartir una jornada de campo (no os quiero decir como estaba de ilusionado Eneko por estar con dos máquinas de ornitología). Y no fue fácil poder poner rumbo con una mar un poco revuelta que bien nos solucionó Carlos (patrón del Eureka). No tardamos mucho en ver el primer págalo parásito, los más numerosos del día, antes de que llegase el primer págalo tipo grande. Apareció desde popa y se fue acercando al barco poco a poco. Una vez estaba cerca el corazón se disparó cuando Marc y Dani cantaron "es un polar, es un polar". Locura en el barco para poder distinguir aquello que le diferenciaba del similar grande: aspecto más compacto y plumaje más uniforme y oscuro. Era increíble ver tan cerca este ave tan escaso en el Paleártico Occidental tan cerca, tan bien y encima poder fotografiarle.
Tras verlo y aún con la emoción en el cuerpo Marcel y Dani nos dieron una clave de identificación en el patrón de muda que nos hizo verlo muy bien en las fotos. Mientras que el págalo grande está en plena muda postnupcial con las primarias internas en proceso que le hace tener un vacío en la parta central de las plumas de vuelo, el polar está termino la muda para criar en el hemisferio sur y en concreto en el ejemplar que vimos solo p10 estaba a punto de finalizar de crecer. No contentos con éste a lo largo de la mañana pudimos ver un segundo maccormicki un poco más lejos que corroboró al lugar como un paraíso para buscar a estos viajeros. Disfrutad de una de las imágenes de mi vida pajarera con una foto mía y el fotón de Juan.
"Muchas Gracias".Me alegro que os gustase.
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