Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

martes, 21 de agosto de 2012

UN REDESCUBRIMIENTO EMOCIONANTE

Esta mañana, y aprovechando que teníamos que ir a Salamanca, he hecho un trato con Eli. Una hora y media en el Azud de Riolobos por el mismo tiempo en un Centro Comercial. Así lo hemos hecho y ha merecido la pena. Descubrí el Azud de Riolobos, un pequeño embalse de agua en la localidad salmantina de Villar de Gallimazo, hará unos 3 años. En su tiempo fué un paraiso ornitológico, pero lo que yo vi en mis 2 visitas no daba la sensación de ello. La suciedad en las orillas y el bajo caudal habían hecho que las aves ya no encontrasen atractivo el lugar. Por ello me desilusionó no haber conocido el Azud en su esplendor y lo había aparcado de mis salidas. Pero, hace unas semanas leí que se había llenado de nuevo y en algunos blogs pude ver que las aves volvían poco a poco a parar en este lugar asi que se me ocurrió lo que os he contado al inicio. Nos pusimos en marcha y una vez llegado al pueblo nos recibieron algún busardo ratonero, algun milano negro y poco antes un milano real. En los cables de la luz descansaban un par de palomas torcaces. Pero lo que me ilusionó al instante fue descubrir, en una cola del azud, una buena concentración de aves que poco a poco iré desgranando pero antes una panorámica (a ver que veis).
Una vez plantado el telescopio pude empezar a ver lo que se movía por alli. Lo primero que pude ver era un gran bando de cigüeñas (cerca de 60) que descansaban en la orilla, junto a un grupo de unas 10 garzas reales, a las que se sumaban unos cuantos ánades reales.
Afinando un poco más pude ver varios Somormujos lavancos, algún Zampullin chico, abundantes Avefrías que buscaban alimento junto a alguna Cigüeñuela y entre un grupo de ánades reales sobresalía la figura de un Ansar común. Un poco más alejadas, en una isleta, descansabas varias gaviotas reidoras mientras un aguilucho lagunero hembra sobrevolaba el cielo y un joven de esta especie "pasaba" la mañana en una orilla plagada de azulones. Pero en lo que más me fijé fué en una de las especies que me hacía ilusión ver en el Azud, las Espátulas, de las cuales había un grupo de 31 individuos despertando en la mañana.
Otro de los grupos más numerosos que me encontré eran los limícolas. La verdad es que hay especies que me cuesta diferenciar e identificar, pero con paciencia pude ver, que no fotografiar porque no me acerqué mucho al agua, lo siguiente: - Chorlitejo grande. - Chorlitejo chico. - Cigüeñuela común. - Avefría. - Correlimos común. - Correlimos menudo: su tamaño y el vientre más blanco asi me hizo pensar. - Archibebe común. - Archibebe claro. - Andarrios grande. - Andarrios chico. Mientras estaba concentrado en la tarea de identificar pasaron sobre mi un bando de 5 cormoranes grandes, que se sumaban a alguno que descansaba en la arena, y un grupo de 9 garcillas bueyeras que se "camuflaron" junto a las espátulas.
Para empezar no estaba mal, asi que decidimos acercarnos a la pared del Azud para ver que se movía por allí. Lo más numeroso eran los ánades reales que junto con algunos Zampullines chicos y varios Somormujos lavancos (uno con un pollo)daban aspecto de multitud al lugar. Cerca de la pared un grupo de Gaviotas reidoras iban y venían y se lanzaban al agua en busca de alimento.
En una de la orillas una Garceta común se alimentaba y del grupo de ánatidas pude identificar 3 que no eran esos azulones. Para empezar pude ver una hembra de Porrón común (su silueta era exclarecedora), más tarde apareció un intento de moño de una hembra de Porrón Moñudo y finalmente apareció un Tarro blanco que se acercó a hacer compañia a la Garceta.
Como mi tiempo se acababa decidimos terminar de rodear el Azud para ver algún lugar propicio para poner el teles. Pero antes de abandonar el muro escuchamos un grupo de Abejarucos volando sobre nosotros, una abubilla quedó pestrificada intentando pasar desapercibida (imposible con esos colores tan bonitos) y un joven de Lavandera cascadeña se despidió.
Para terminar, y con el tiempo cumplido, paré un momento en una cola de Azud. Pero debido a la lejanía y a la mala luz no pude ver mucho, solo diferenciar siluetas de bastantes anátidas, limícolas y un grupo de Fochas Comunes. Pero la sorpresa estaba a nuestra espalda, pues en un campo de cereal descansaba un macho de Aguilucho cenizo.
Nos fuimos del lugar satisfechos y con una ilusión renovada de que habíamos redescubierto un lugar especial que poco a poco recupera el esplendor que tuvo, no sin antes completar el cupo, pues sobre el vuelo kamikaze de Aviones , Golondrinas y Vencejos comunes nos dijo "hasta pronto" un macho de Aguilucho pálido.

2 comentarios:

  1. Vaya sitio!!!
    Que envidia nos das. Me sorprende el número tan elevado de espátulas.
    Un saludo desde León.
    ��������

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  2. Hola Jorge:

    Esa lavandera es en realidad una Boyera joven. A finales de agosto, son muy abundantes allí, ya que se concentran durante unos días para luego realizar su viaje migratorio hacia África. La Cascadeña es un ave escasa en el Azud...sólo se la ve en los meses de otoño e invierno...y muy pocas veces.

    Me alegro de que te gustara el Azud...es un sitio espectacular cuando se dan las condiciones óptimas (como la abundancia de agua). A veri si algún día coincidimos...

    UN Saludo desde Salamanca.
    Miguel

    El Ornitoblog

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