Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

lunes, 8 de enero de 2018

RECIBIENDO AL AÑO POR EL ADAJA

Si como dice el dicho un buen año de nieves trae un buen año de bienes, este 2018 tiene que ser un gran año pues estos días una gran manta blanca ha cubierto cualquier parte del norte de la Península. Y este año ha empezado bastante bien en lo que a pajareo se refiere ya que he podido disfrutar de 3 momentos de pajareo. El primero lo tuve el día en que nacía este año, junto a Eneko y Elia, cuando fui en busca del más pequeño de los pajarillo europeos en un parque de la capital y disfrute de los movimientos del Reyezuelo sencillo (Regulus regulus).

La última, el pasado viernes, antes de que llegase la noche de ilusión para los niños, contando miles de Ánades Reales y algunos Zampullines Chicos en un par de balsas de riego abulenses junto a Victor Coello.

Y la tercera, el día 2, junto a Eneko por la orilla del Adaja. Mientras Eneko coleccionaba palos y piedras yo disfrutaba de los pajarillos  que se movían por los árboles, matorrales y juncos que protegen las aguas del río a su paso por la capital. Los primeros que pude ver fueron un par de Mosquiteros Comunes (Phylloscopus collybita) que se movían nerviosos en una masa de juncos que crece al amparo de un puente de madera. Más adelante volví a ver algún ejemplar sobre las ramas.

Mosquitero Común (Phylloscopus collybita)

Mosquitero Común (Phylloscopus collybita)
Avanzando entre los fresnos que crecen en una orilla de la artería de vida pude ver uno de los más bonitos pajarillos de los bosques de ribera. Aferrado a los troncos de los árboles sube en vertical hasta que las ramas se vuelven estrechas, momento en que vuela al siguiente árbol. Dos Trepadores Azules (Sitta europeae) se pusieron a la vista, e incluso Eneko estuvo disfrutando de ellos

Trepador Azul (Sitta europeae)

Trepador Azul (Sitta europeae)
Aguas abajo, mientras Eneko disfrutaba en un columpio, yo me detuve en unos árboles donde había mucho movimiento. Hasta dos decenas de pajarillos llenaba cada rama de un grupo de árboles. Al escudriñar con más detenimiento al grupo pude ver varias especies de paseriformes. Destacaban por su colorido, con un plumaje impoluto, tres Carboneros Comunes (Parus major) con esa cabeza que asemeja a los hombres que salían de las minas de carbón tras quitarse la protección de los ojos.

Carbonero Común (Parus major)

Carbonero Común (Parus major)

Dentro del grupo una especie ganaba al resto por su número. Junto a algunos Herrerillos Comunes (Cyanistes caeruleus) y un Petirrojo Europeo (Erithacus rubecula) había más de una decena de Mitos (Aeghithalos caudatus). Estas pequeñas bolitas de plumas con cola se movían espasmódicamente entre las ramas no dejando apenas un segundo para verlos con detenimiento. Uno de ellos se acercó a escasos metros de nosotros y aproveché para retratarle así
de guapo.
Mitos (Aeghitalus caudatus)

Mitos (Aeghitalus caudatus)

Mitos (Aeghitalus caudatus)
Caminando, no sin varias paradas para que Eneko cogiese algo, se subiese en algún columpio o tirase algún palo, llegamos a un remanso de agua que precede a un embalse. Allí nos apostamos en busca de un morador del lugar, uno de los más bonitos de los ríos, Y apareció. La bala azul llegó aguas abajo y se perchó en su posadero atento a cualquier movimiento bajo el agua. Así Eneko pudo bimbar al Martín Pescador (Alcedo atthis) antes de que volase de nuevo aguas arriba. 

Martín Pescador (Alcedo athis)

Martín Pescador (Alcedo athis
Ya de vuelta nos despidió un grupo de preciosos Escribanos Montesinos (Emberiza cia) que se resguardaba entre unos matorrales.  Uno salió a  vernos y ahí se quedó para que Eneko sumase una más. Y así terminó una jornada muy agradable en la que nos llevamos un cargamento de palos para seguir jugando.
Escribano Montesino (Emberiza cia)

Escribano Montesino (Emberiza cia)
Gracias por seguir el blog
Saludos Abulenses

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