En esta entrada os voy a mostrar una imagen que ocurrió en la laguna del Oso el fin de semana pasado. Os pongo en situación.
Esatbamos Javier, Rafa y yo en el observatorio de abajo disfrutando de las anátidas, limícolas y paseriformes que pueblan este humedal cuando aparecieron una pareja de Aguiluchos Laguneros. Desde el primer momento se vieron sus intenciones ya que no tardaron en lanzarse a por algún azulón o en levantar a las pequeñas Cercetas Comunes. Una tras otra los ataques se sucedían sin descanso.
En esa frenético vaivén estabamos cuando uno de los Aguiluchos se lanzó al suelo en busca de algo que se movió rápidamente entre la hierba. Pendientes de quien sería el desafortunado que sehabía levado el susto estabamos cunado apareció una lebre que, ni corta ni perezosa, se acercó al Aguilucho y parecieron firmar un pacto de no agesión que nos dió esta imagen tan bonita.
Al final la liebre se alejó y, queriendo mostrar su alegría se levantó sobre sus patas traseras demostrando que había salido indemne de un encuentro con el precioso Lagunero.
Gracias por seguir el blog
Que curioso encuentro,
ResponderEliminarel otro día vi también una liebre cerca de una laguna, dando saltos y brincos un buen rato.
¿Tendrán predilección por los humedales?
Saludos desde León
Por el Oso se mueven varios individuos, que usan los prados cercanos para corretear asi que yo tambien pienso en esa predilección por estos ecosistemas.
EliminarSaludos abulenses