La semana pasada puede salir varios días y una de las salidas me trajo una sorpresa muy grata. Aproveché una tarde para pasear por una camino que une Tornadizos con la capital. Allí me salió, volando desde unas encinas, una preciosa Carraca que voló hacía el horizonte para perderse en él.
Pero las protagonistas de la tarde fueron otras. En una zona se matorrales que jalonan el cauce del río se movían Zarceros Políglotas, Mosquiteros Papialbos y Escribanos Soteños. Y con ellos, entre las ramas, delatándose con su reclamo las Currucas.
Hasta cuatro especies de ellas pude ver. La primera que apareció fue la más grande y esquiva de ellas, la Mirlona, con su precioso ojo blanco sobre la cabeza oscura. Tras ella vino la Capirotada con su aflautado reclamo y esa boina que le da nombre, negro en los machos y marrones en las hembras. La tercera fue la Mosquitera, que paso volando sobre mí para caer en las matorrales delante de los que me senté a ver y escuchar la naturaleza en estado puro. Por último apareció sobre las ramas este precioso macho de Curruca Carrasqueña con su espectacular ojo de fuego y esa bigotera blanca que divide el rojizo de las partes inferiores con el grisáceo de la superior.
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| Curruca Carrasqueña |
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| Curruca Carrasqueña |
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| Curruca Carrasqueña |
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| Curruca Carrasqueña |
Gracias por seguir el blog
Saludos Abulenses
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