Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

domingo, 23 de septiembre de 2012

NO OS OLVIDEIS DE VOLVER (II)

Como ya hice anteriormente voy a despedirme de algunas de las aves que nos alegran el verano y que ahora se marchan a "veranear" a las tierras del sur.

Tras las rapaces y los hirúndidos, ahora me toca hablar de 2 de esos pájaros que, por sus colores,bien podríamos creernos en África cuando los observamos.

La primera es característica e inconfundible por su "cresta" ( con permiso de la Cogujada). La abubilla es una hermosa ave en cuyo plumaje contrastan el naranja de su cabeza con el franjeado blanquinegro de sus alas, que se observa muy bien en ese peculiar vuelo que tiene. A ésta la pillé en el suelo mientras ella se creía mimetizada con la tierra.


 
El otro pájaro "africano" es el más colorido de los que podemos ver por estas sierras. Además de la gama de colores que tienen en el plumaje su característico sonido le delatan cuando vuelan en busca de sus presas favoritas, la abejas. Estoy hablando del Abejaruco, que como el Avión zapador también anida en los taludes, siendo la entrada de éstos un buen lugar para sentarse a observar las idas y venidas de los padres con el alimento que, tras recorrer el túnel, darán a sus crías.

 
El siguiente de los viajeros es un ave que antes de viajar se quita su "chaqué" gris y su antifaz negro de la época de celo para ponerse un traje un poco menos llamativo. Aún así, en vuelo, su gran obispillo blanco le delata, vuelo que sólo con asomarme a la ventana de mi casa veo todos los días. Si no lo habeís adivinado me refiero a la Collalba gris.

 
Si nos fijamos en el siguiente migrador nos llamará la atención que, para su tamaño de pajarillo, tiene un pico y unas garras de rapaz, lo que nos dará idea de su alimentación. Del  Alcaudón común resalta la boina roja que luce y que le delata cuando está perchado en un matorral ojo avizor a lo que se mueve a su alrededor. Este año he visto gran abundancia de ellos, sobre todo en la Sierra de Ávila (mi lugar de trabajo).

 
Finalmente os voy a enseñar una foto de la Lavandera boyera ibérica, una de las tres lavanderas que podemos ver y que hacen que en las zonas húmedas podamos ver el movimiento peculiar de su cola.

 
Y hasta aquí mi despedida de estas aves que el año que viene volveremos a ver y con las que volveremos a disfrutar.

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