El domingo por la mañana tuve, junto a Juanra, una de esas jornadas agridulces que suelo vivir en esta época cada año. El sabor dulce me lo puso el poder disfrutar de un sitio realmente espectacular como el río Alberche a su paso por los puentes de Valsordo, un lugar lleno de historia, de colores otoñales y de vida. El sabor agrio me lo puso no dejar de escuchar decenas de disparos que iban dirigidos hacia alguna de las maravillas que tenemos por la zona. Pensar que cada año millones de aves caen abatidas por el hecho de divertirse me entristece mucho.
Aún así la mañana estuvo muy agradable. Es cierto que faltaba algo de movimiento aunque al final pudimos ver las especies que íbamos buscando. Nuestros objetivos eran dos invernantes que viene de tierras del norte a pasar el invierno a este rincón abulense. El primero que apareció fue un Zorzal Alirrojo (Turdus iliaca) que pudimos ver entre los más numerosos Zorzales Comunes (Turdus philomelos) (7) y otro solitario Zorzal Charlo (Turdus viscivorus). Este precioso túrdido venido del norte de Eurasia, desde Islandia a Siberia, tiene una preciosa axila roja y una ceja muy marcada que nos alegra nuestras jornadas de frío invernal.
El segundo también viene del norte, con alguna población reproductora en Pirineos, y suele estar asociado a las pequeñas piñas de los alisos y abedules. Suelen estar en grupo aunque nosotros solo vimos un precioso macho de tonos verdosos con su llamativa franja alas. Este bonito Jilguero Lúgano (Spinus spinus) salió del suelo herbáceo para mostrarse sobre unas ramas. Está siendo una buena semana de Lúganos por Ávila pues Chema, Nayib y Joaquín han visto varios en el entorno de Ávila y El Oso.
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| Jilguero Lúgano (Spinus spinus) |
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| Jilguero Lúgano (Spinus spinus) |
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| Jilguero Lúgano (Spinus spinus) |
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| Jilguero Lúgano (Spinus spinus) |
Por la zona pudimos ver muchas de las especies que son habituales en el bosque que jalona el río en el entorno del espectacular puente. No faltó el enigmático ojo de la Curruca Cabecinegra (Sylvia melanocephala) escondida entre las ramas de los matorrales. Entre las mismas ramas se movían Carboneros Comunes (Parus major), Herrerillos Comunes (Cyanistes caeruleus), Mitos (Aegithalus caudatus) y Pinzones Vulgares (Fringilia coelebs). A su vez cantaban un buen número de Cetia Ruiseñor (Cetia cetti) mientras que sobre los juncos donde se escondía se posaba un tardío Carricero Común (Acrocephalus scirpaceus). Sobre una roca a la que llegó una hembra de Colirrojo Tizón (Phoenicorus ochruros) descansaba un Roquero Solitario (Monticola solitarius) del mismo sexo.
Pero los más numerosos, llegando algún momento en que los teníamos a escasamente un metro o apareciendo en grupos de hasta 10 individuos fueron uno de los diminutos de nuestra tierra. Raro era el metro cuadrado del lugar donde no se moviese, nervioso, algún Mosquitero Común (Phylloscopus collybita).
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| Mosquitero Común (Phylloscopus collybita) |
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| Mosquitero Común (Phylloscopus collybita) |
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| Mosquitero Común (Phylloscopus collybita) |
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| Mosquitero Común (Phylloscopus collybita) |
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| Mosquitero Común (Phylloscopus collybita) |
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| Buitre Negro (Aegypius monachus) |
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| Buitre Negro (Aegypius monachus) |
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| Buitre Negro (Aegypius monachus) |
Saludos Abulenses
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