Como ya os dije en la anterior entrada los las siguientes protagonistas del blog serían las gaviotas y golondrinas de mar que utilizan el Delta del Ebro para criar. Para los que somos del interior es un espectáculo poder disfrutar de tanta variedad y tal cantidad de aves como hay en esta zona del sur de Tarragona y a gozar de ellas vamos ahora.
Empezaré, como no puede ser de otra manera, por la reina del Delta. Ésta es una gaviota endémica del mar Mediterráneo que tiene en uno de los extremos del Delta una colonia que corresponde a dos tercios de su población mundial. Sobre las zonas naturalizadas y las salinas de la Punta de La Banya unas 10.000 parejas de Gaviota de Audouin sacan adelante a sus pollos haciendo que, debido a su abundancia, te las puedas encontrar en cualquier punto del Parque aunque es más fácil por la playa del Trabucador, las Salinas de la Trinitat y la propia Banya. Destaca, sobre otras características su fuerte pico rojo y sus patas verdosas.
Gaviota de Audouin
Gaviota de Audouin
Gaviota de Audouin
Gaviota de Audouin
Junto a esta enigmática gaviota, había otras dos de éstas que me hacía especial ilusión poder ver, ya que sería la primera vez que podía identificarlas. Y como con el resto de especies el Delta no falló. Una de ellas no se hizo esperar, y en la primera salida apareció con un largo, oscuro y fino pico, que le da su nombre, y que tiene como principal característica. Pude ver una colonia de Gaviota Picofina en la zona de la Tancada pero donde más pudimos ver fue en la misma zona donde volaban las de Audouin, en la Banya.
Gaviota Picofina
Gaviota Picofina
Gaviota Picofina
Gaviota Picofina
La otra se hizo de rogar un poco más, y hasta el último día no pude retratarla con mi cámara, aunque antes había podido ver esa caperuza negra que la asemeja con la más habitual Gaviota Reidora. La diferencia de ésta su fuerte pico de un color rojo intenso y el blanco impoluto que luce bajo las alas en vuelo. Estas dos Gaviotas Cabecinegras nos acompañaron durante un paseo por la playa del Trabucador, la única zona donde las vi.
Gaviota Cabecinegra
Gaviota Cabecinegra
Además de éstas tres especies pudimos disfrutar de otras más habituales que nos ilustran nuestros viajes por otras zonas de la Península, e incluso podemos verlas en el interior. Compitiendo con la Cabecinegra por llevar la caperuza más bonita está la Gaviota Reidora. No se quien se llevará el premio a la mejor capucha, eso va para gustos, pero lo que si que sé es que la Reidora gana en abundancia ya que la pudimos ver por todos los lados, desde la playa, a las lagunas, los arrozales y cualquier carretera donde hubiese algo que llevarse al pico.
Gaviota Reidora
Gaviota Reidora
Gaviota Reidora
La última de las gaviotas que pude fotografiar, que no ver porque alguna se me escapó, es la Gaviota Patiamarilla que comparte zona de cría con la de Audouin en la zona de la Banya, lugar en la que pude ver el mayor número de ellas y donde las pude fotografiar.
Gaviota Patiamarilla
Gaviota Patiamarilla
Para terminar con las gaviotas y comenzar con las golondrinas de mar deciros que también pude algún ejemplar de Gaviota Sombría que no pude "cazar" con mi cámara de fotos. Lo mismo me pasó con dos de los siguientes protagonistas de la entrada, a los que o no pude fotografiar o a los que saque unas fotos horribles que no voy a poner. Así pude ver algunas Pagazas Piconegras y un grupito de cinco Fumareles Comunes. Además me pareció ver una pagaza Piquirroja pero ésta no la puedo garantizar pues la vi fugazmente mientras conducía por la zona de la Tancada.
Vamos con las que si que pude retratar. Lo primero decir que estas esbeltas aves son difíciles de fotografiar, y más si no sabes mucho, debido a sus vertiginosos vuelos así que estoy contento con lo que he conseguido (vosotros diréis).
Comenzaré con el Charrán Común, un precioso ave en el que destaca su deslumbrante pico rojo visible tanto parado como en vuelo. Además de su elegante librea detallada en su ahorquillada cola que le ayuda en sus rápidos vuelos en busca de pececillos sobre los que lanzarse para llevárselo a su pollada. Tuvimos la suerte de poder ver tres nido ocupados en Riet Vell (finca de la Seo) que han sobrevivido al gran caudal que ha echado a perder algunos otros.
Charrán Común
Charrán Común
Charrán Común
Charrán Común
Voy ahora con el "enano" de esta familia: el Charrancito. Esta pequeña bala se dedica a lanzarse al agua y zambullirse en busca de pequeños pececillos mostrando su piquito amarillo. Pudimos verle deambulando por Riet Vell y la Tancada.
Charrancito Común
Charracito Común
Compartiendo hábitat con éstas dos especies, y muy afanadas en traer material vegetal a la gran cantidad de nido que hay en Riet Vell está otro de estos bonitos alados. Sobre sus pequeñas plataformas camufladas entre el verde de la laguna estaban estos Fumareles Cariblancos que en grupo sobrevolaban el cielo mostrando su tripa de color gris oscuro que contrasta con su cara blanca. Es una especie nueva para mi y me hizo ilusión verlo en su colonia de cría.
Fumarel Cariblanco
Fumarel Cariblanco
Fumarel Cariblanco
Fumarel Cariblanco
Fumarel Cariblanco
Finalizo con el Charrán Patinegro. Asombrosas son sus zambullidas desde varios metros de altura para salir del agua como si nada y volver con el pez en ese pico donde destaca, sobre el negro, su punta amarilla que lo caracteriza. En un vaivén continua estaban éstos en la zona de la playa del Trabucador pasando sobre nuestras cabezas con esa velocidad que les da su anatomía.
Charrán Patinegro
Charrán Patinegro
Charrán Patinegro
Y hasta aquí esta segunda entrada sobre nuestro viaje por tierras tarraconenses, del que todavía quedan algunas sorpresas en forma de habitantes alados. Los siguientes en aparecer serán los limícolas.
Gracias por seguir el blog