La semana pasada fue histórico para la ornitología castellanoleonesa pues el paso postnupcial nos ha traído aves tan extraordinarias como la 2ª cita para España de Agujeta gris (Limnodromus grideus) vista en el embalse de Aguilar de Campoo por Alberto Benito et al) o un correlimos canelo (Tryngites ruficolis) en el mismo embalse. En Villafáfila observaron en la misma tarde (Alfonso Rodrigo et al) un Correlimos pectoral (Calidris melanotos) y un correlimos culiblanco (Calidris fuscicollis). En León se vio un archibebe fino (Tringa stagnatilis) y una polluela chica (Porzana pusilla). Por Ávila aún no hemos tenido suerte pero si que hemos podido ir a ver uno de estos neárticos en la vecina Salamanca .
El pasado sábado fuimos al Azud de Riolobos en busca de un correlimos pectoral (Calidris melanotos) que se descubrió el día anterior (Miguel Martín, Luis Jesús Martín et al). A las 9:00 ya estábamos en la orilla donde las playas que hay atraen a multitud de limícola buscando a este viajero norteamericano que cría en latitudes norteñas de Norteamérica y Siberia; y que nos visita de manera regular aunque escasa en los pasoso migratorios. Es un poco más grande que el correlimos común y luce una marcada ceja, unas patas verdosas y sobre todo un característico pecho oscuro muy definido frente a la blanca tripa. Nos pusimos a buscarlo y lo detectamos pasado un rato a una distancia considerable. Aun así pudimos identificarle con seguridad. Estábamos pensando en acercarnos un poco hacia donde estaba cuando lo vimos salir volando y alejarse en dirección norte a gran distancia sin que lo viésemos regresar al embalse. Un pena no haberlo disfrutado desde más cerca pero al menos lo habíamos visto. Me fue imposible hacerle fotos pero gracias a su descubridor, Miguel Martín, podemos disfrutar de él.
Correlimos pectoral (Calidris melanotos). Foto: Miguel Martín Jiménez
Correlimos pectoral (Calidris melanotos). Foto: Miguel Martín Jiménez
Después de eso estuvimos, más bien estuve tratando de relocalizarlo junto a Miguel y Ángel (dos pajareros salamantinos) mientras Eneko y Juanra se dedicaban a disfrutar del resto de limícolas del humedal. Todas las fotos que vais a ver ahora las ha hecho mi hijo Eneko (de 7 años). Al que más tiempo dedicó fue a un Correlimos tridáctilo (Calidris alba) que estaba integrado en un grupo de correlimos comunes y chorlitejos grandes. Su blanco plumaje contrastaba con los de sus acompañantes mientras recorrían zonas de barro en busca de alimento.
Correlimos tridáctilo (Calidris alba) con otros limícolas
Correlimos tridáctilo (Calidris alba) con otros limícolas
Correlimos tridáctilo (Calidris alba) delante de otros limícolas
Correlimos tridáctilo (Calidris alba), a la izq, con otros limícolas
Correlimos tridáctilo (Calidris alba) con otros limícolas
Correlimos tridáctilo (Calidris alba) con otros limícolas
Correlimos tridáctilo (Calidris alba) con otros limícolas
Correlimos tridáctilo (Calidris alba) con otros limícolas
Correlimos tridáctilo (Calidris alba) con otros limícolas
Correlimos tridáctilo (Calidris alba) con otros limícolas
También les dedicó un tiempo y unas cuantas fotos (no diré el número de las que hizo pero me ha llevado un buen rato verlas todas) a los Correlimos comunes (Calidris alpina). Un grupo de alrededor de una veintena se movían en la bahía del pinar dejándose acercar a una distancia prudencial para disfrutar de su bonito pico ligeramente curvado. Solo se movieron cuando un alcotán pasó raudo sobre ellos en busca de algún signo de debilidad.
Correlimos común (Calidris alpina)
Correlimos común (Calidris alpina) detrás de chorlitejo grande
Correlimos común (Calidris alpina)
Correlimos común (Calidris alpina) a la izquierda
Los Chorlitejos grandes (Charadrius hiaticula) también hicieron las delicias de los que estábamos por allí. A Eneko le hizo especial ilusión verlos tan cerca pues así pudo corroborar in situ, y a una distancia aceptable, las características que ve en las guías y que ayudan a identificarlo frente a su "primo" chico. Cuando salieron volando a la llegada del alcotán pudimos verles la marcada franja alar y en ese momento es cuando más se acercaron a nosotros y cuando pudimos verlos a placer y Eneko, como no podía ser de otra manera, los retrató.
Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula)
Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula) con correlimos comunes
Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula)
Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula)
Fueron muchos más limícolas los que pudimos ver a lo largo de la mañana, muy agradable por la cantidad de aves y por la compañía (se nos sumo Eduardo Amengual). En la misma bahía donde nos pasamos la mayor parte de la mañana buscando al melanotos sin suerte, también pudimos ver un archibebe oscuro (Tringa erythropus) y un combatiente (Calidris pugnax) además agujas colinegras (Limosa limosa), Avoceta (Recurvirostra avosetta) o Correlimos menudo (Calidris minuta)
archibebe oscuro (Tringa erythropus)
combatiente (Calidris pugnax)
Mucho ánimo a tod@s
Gracias por seguir el blog
Saludos abulenses