Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

martes, 29 de octubre de 2024

¡¡ DOS MOSQUITEROS BILISTADOS EN LAS HERVENCIAS !!

Octubre es mes inornatus en la Península. Llega este mes y los pajareros nos ponemos a escudriñar los árboles de cada parque o de cada bosque de ribera  en busca de los pequeños y nerviosos mosquiteros. La ilusión siempre está en encontrar, entre los numerosos mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita), uno que tenga una ceja más marcada de lo normal o dos líneas pálidas en el ala. Buscamos entre los viajeros más habituales un superviajero llegado de la parte oeste de Rusia. 

El viernes pasado fue Joaquín Mayo el que, con el esfuerzo que hay que hacer para controlar los sitios propicios, vio un mosquitero bilistado (Phylloscopus inornatus) en unos chopos del Parque de las Hervencias. Pudo verlo unos segundos y lo escuchó reclamar (el bilistado tiene un reclamo muy característico e identificativo). En unos minutos estábamos en el lugar, pues nos pilla muy cerca de casa, en busca del pequeñín. no tardamos en escucharlo y lo mismo pasó con la observación. Estaba asociado a tres mosquiteros comunes y se movía nervioso entre tres árboles. Aunque no paraba pudimos verlo unos segundos libre de ramas y hojas y Eneko pudo sacarle así de bonito.

El día después estuvimos por allí con unos amigos y la sorpresa fue doble, pues pudimos identificar dos ejemplares diferentes que ya habían sido citados por Arón Blázquez ya que mientras veíamos ( y fotografiaba Eneko) a uno de ellos, escuchamos reclamar al segundo en un árbol cercano. 

El mosquitero bilistado cría en Siberia cerca de Mongolia y China, aunque los que viene por aquí lo hacen más al oeste, pasando el invierno en el sureste de Asia. Los más cercanos invernan en Reino Unido y otros países europeos. Es una gozada poder ver q este pequeñín en un parque abulense y hacerlo con muchos amigos.








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martes, 22 de octubre de 2024

LA ESPERA TERMINÓ

 La espera es larga pero día a día, semana a semana y mes a mes el momento llega. Allá por principio de marzo nos despedimos de las grullas comunes (Grus grus) cuando emprendían el vuelo de regreso a sus zonas de reproducción tras pasar unos meses con nosotros. Hace unas semanas se empezó a ver movimiento por el centro de Europa, para después verse grupos por Francia y entrando a la Península hasta que el 12 de este mes se vieron ya las primeras por la laguna de El Oso.

El pasado jueves fuimos a este paraíso para ver  nuestras primeras grullas de este otoño (sin contar con la solitaria que anduvo por aquí en septiembre) y una vez allí no tardaron en llegar un par de grupos que nos deleitaron con esos primeros trompeteos de la estación y con la visión de esta dama gris. Es la primera de muchas "quedadas" con estos maravillosas viajeras en los próximos meses. Os animo a tod@s a disfrutar de un lugar maravilloso con unas espectaculares aves.

La laguna de El Oso es uno de los dos puntos de la provincia abulense donde hay dormidero de grulla común, junto a Rosarito , y los meses que nos vienen son maravillosos donde los atardeceres rojizos se funden con el gris de los grupos llegando al humedal.












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jueves, 17 de octubre de 2024

LA PRECIOSA NORTEÑA

Septiembre es vuelta al cole, es regreso a la rutina, es despedir al verano y es inicio del postnupcial.  Para Eneko este mes es el de uno de los paseriformes más bonitos de los que vemos migrar por los campos abulenses. De hecho empieza el mes y cada vez que proponemos una salida Eneko pone sobre la mesa "vamos a ver tarabillas norteñas a Campo Azalvaro". Y el plan es una maravilla pues es un buen lugar para ver migración de pajarillos. 

Esta zona del este de la capital abulense donde se rozan las provincias de Segovia y Ávila, es un precioso valle con grandes pastizales entre las sierras de Ojos Albos y de Malagón donde disfrutamos muchísimo del paso de mosquiteros musicales, colirrojos reales, papamoscas cerrojillo y por supuesto de la norteña.

Este pajarillo de tonos anaranjados con una llamativa ceja y mejilla oscura y píleo oscuro es un migrador transhariano que cría en las zonas templadas de Europa con los núcleos más cercanos en la Cordillera Cantábrica y Pirineos y algunos puntos localizados en Sistema Ibérico y central. En su viaje hacia la zona central de África pasa por el centro peninsular siendo septiembre el mejor mes para disfrutarla.

Vimos varios ejemplares en un par de salidas por la zona siendo ésta la que más nos deleitó. Y asñi de guapa la sacó Eneko.











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martes, 15 de octubre de 2024

CONJUNCIÓN DE MARAVILLAS

Cuando se unen dos maravillas en un instante, el momento vivido es inolvidable. La tarde el jueves pasado ese instante se produjo ante nosotros. Se juntaron mi pajarillo y mi lugar de pajareo favorito.

De la primera maravilla poco puedo decir que no haya dicho en muchas de las entradas en las que he hablado de él. Es uno de los dos emblemas de las sierras abulenses, donde llega en primavera para mostrar su espectacular babero azul que le da nombre. Cada vez que me cruzo con el ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica) bien sobre los piornos de La Paramera, bien sobre los juncos de algún humedal o bien sobre el vallado de la laguna de El Oso es una imagen que se graba. El pechi, como le llamamos cariñosamente, es un paseriforme migrador que en otoño deja sus zonas de reproducción en las montañas para pasar el invierno en algunas zonas húmedas de la costa africana o del Mediterráneo ibérica. 

De la segunda maravilla también os he hablado muchas veces. Es mi lugar favorito de pajareo, lo que los pajareros llamamos Local Patch. Es ese lugar de pajareo habitual, donde más esfuerzos y visitas hacemos para disfrutar de las aves. No en vano al menos una vez por semana me gusta pasar por este humedal donde tantos momentos inolvidables he vivido y que es mi gran escuela. Ahora mismo la laguna de El Oso está preciosa y en nada estará espectacular (ya han empezado a llegar las grullas hasta aquí) así que seguiré visitando este paraíso con la ilusión de volver a ver al precioso pechiazul.










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lunes, 7 de octubre de 2024

EL PASO DE ABEJEROS POR EL ESTRECHO

Seguimos con lo vivido este verano del que apenas nos acordamos. Además ahora que una tendinitis me tiene en el dique seco pajarero (que mal llevo no poder echarme el telescopio al hombro y los prismáticos al cuello) aprovecho para publicar lo que tenemos en el cajón. Volvemos al Estrecho a finales de agosto.

Cuando le conté a Eneko lo que preveíamos ver los días que pasamos por Pelayo (entre Algeciras y Tarifa) su primera pregunta fue" Papá, si que veremos abejeros, ¿verdad? y ante mi asentimiento completó con  "y tu crees que veremos algún abejero cerca". Hasta este viaje Eneko  tenía la sensación de haber visto a estas espectaculares rapaces a gran distancia y no haberlas disfrutado como habría querido. Y vaya si los vimos.


Un viaje al Estrecho a finales de agosto es algo inexplicable y solo si lo has vivido eres capaz de disfrutar su grandiosidad. Es una vivencia de  las que no olvidas pues este punto del suroeste europeo es un gran embudo que recoge todas las aves del occidente del continente en su viaje hacia África. Por allí pasan cientos de miles de aves planeadoras que tratan de superar los 14 Km que separan Tarifa del otro lado del charco, ya en tierras marroquíes. 

Si hablamos de calidad de observación nada como el punto de observación de Tráfico los días de viento de levante. Allí, en compañía de Alex Onrubia (un enorme conocedor de la migración y amabilísimo pajarero) pudimos vivir algo inolvidable. Por allí, a escaso metros de nosotros, pasaban sin cesar decenas de abejeros europeos. Tan cerca pasaban que podíamos ver su precisos ojo amarillo y ese plumaje tan variable como bonito. Tal fue el disfrute que las horas que estábamos allí, rodeados de pajareros de todos los lados, que se pasaban como si fuesen minutos. 





















Si hablamos de cantidad el día que vivimos en Algarrobo es insuperable. Esa mañana pudimos ver nada más y nada menos que 9.000 abejeros europeos (Pernis apivorus) levantándose a partir de las 10:00 desde los Alcornocales para lanzarse hacia el sur, pasando sobre nuestras cabezas como un río de aves que no cesaba. Grandes ruedas de ellos emergían sobre las copas de los gigantes para ganar altura antes de tirarse sin miedo hacia el mar que les lleva a las tierras donde pasar estos meses que vienen.

Así que si, Eneko vio algún abejero y si, los vio tan cerca como estos que vais a disfrutar ahora. Todas las fotos son suyas.




















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