Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

LOS ESCRIBANOS PALUSTRES DE EL OSO

 La invernada en los humedales es un momento mágico y para ello la laguna de El Oso es un gran ejemplo.  Es un momento en que las aves que han escapado de la falta de alimento en las tierras del norte y el centro de Europa han recalado en nuestras zonas húmedas para pasar estos mese de frío en el hemisferio norte y coger fuerzas para volver cuando la llamada de la reproducción les llame. 

Una visita a estos lugares nos puede asombrar por varias cosas como pueden ser los grandes números de anátidas de varias especies con cientos de ánades reales o cercetas comunes y decenas de otras. Nos puede sorprender con las cada vez más escasos ánsares comunes invernantes  (quien nos lo iba a decir hace unos años). Nos puede dejar boquiabiertos con la llegada de miles de grullas al dormidero. Nos puede entretener buscando algún limícola como el zarapito real o el archibebe oscuro. Pero no todas las sorpresas vienen del agua y de lo grande. También lo pequeño puede ser maravilloso.

Es época de buscar a uno de las paseriformes que está en grave peligro de extinción como reproductor en la Península y que usa los tallos de las espadañas para asirse y poder destrozar los juncos que las coronan, Destaca en los machos de los escribanos palustres (Emberiza schoeniclus) una preciosa cabeza negra sobre el marrón de su plumaje y una cola, que chasquea constantemente, con las plumas externas de un blanco llamativo. Las hembras lucen el mismo traje pero la cabeza alterna el marrón claro con el más oscuro. 

Ese pájaro típico de la vegetación palustre ha visto reducida su población reproductoras hasta las 250 parejas aproximadamente (Seo Birdlife) mientras que en invierno recibimos un buen contingente de la subespecie nominal de aves europeas. La pérdida de las condiciones óptimas de hábitat o la destrucción de los mimos está detrás de este declive de las dos subespecies descritas en la Península (iberoriental e iberoccidental).

En la laguna de El Oso al menos hemos visto 3 ejemplares que se han portado muy bien y se han dejado ver a placer desde el observatorio del camino de San Pascual. Disfrutemos de ellos.













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martes, 19 de diciembre de 2023

LA GAVIOTA DE DELAWARE "MADRILEÑA"

 Dicen que somos animales de costumbres y eso lo vemos en que nos gusta repetir visita a los sitios que nos gustan. En este sentido las aves también lo son pues muchas suelen repetir año a año sus zonas de cría o sus cuarteles de invernada. Y en esto último las gaviotas son un claro ejemplo. En la playa y la piscifactoría de Lires (Coruña) lleva más de una década invernando Barrilete (gaviota argéntea americana). En la misma provincia pero esta vez en Ferrol lleva aproximante lo mismo una gaviota de bonaparte. Dos más que no están ya con nosotros son "Cipriana", la gaviota de thayer que invernó año tras año en la costa lucense o "Negu", la gaviota de Delaware que pasó muchos inviernos en el Abra bizkaino.

Y precisamente de esta última especie voy a hablaros ahora. Quién sabe si la preciosa gaviota de Delaware (Larus delarawensis) que repite por segundo año invernada en Madrid acabará viajando cada año, durante el otoño, hasta el centro de la Península a pasar los meses más fríos. El año pasado un ejemplar de 1er invierno (1w) se dejó ver entre el lago de la Casa de Campo y el lago del Retiro durante el invierno. Este año, el que presumiblemente es el mismo ejemplar, ya de 2w ha vuelto y lleva unas semanas viéndose por la Casa de Campo.

El pasado sábado Eneko, Juanra y yo estábamos a las 9:30 en el lugar para bimbar esta especie de gaviota americana con sus zonas de cría en Canadá y EEUU y las de invernada en las costas atlántica y Pacífica del centro de ese continente y en lagos interiores del mismo. No tardamos mucho en verla volar con un fondo inmejorable (el Palacio Real y la Almudena) antes de que se posase en la fuente central del lago. Más tarde se nos  acercó aprovechando que una familia echaba pan a los patos que comparten lugar con ella. En ese momento pudimos ver su precioso pico amarillo con la franja terminal negra y su iris del mismo color. Además destacaba su tamaño intermedio entre las grandes sombrías con las que volaba y las reidoras con las que se posó. Además vimos su dorso gris claro y su cabeza rayada.

Disfrutamos de ella todo el rato que estuvimos allí y lo hicimos con varios pajareros, entre ellos nuestro amigo Álvaro,  que se acercaron a verla. Esperemos que pronto tenga un "nombre" y que siga visitando Madrid invierno tras invierno.  









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miércoles, 13 de diciembre de 2023

¡ PATO COLORADO EN EL OSO !

 Llegado del viaje a Bizkaia tenía ganas de salir al campo en Ávila y tenía claro que mi primera salida me llevaría a la laguna de El Oso así que el martes, primer día que tenía para ello, quería ver como iba la invernada en este humedal morañego. Para más aliciente, el lunes Juan Ramón Cuervo vio una hembra de pato colorado (Netta rufina) entre los 1500 patos que nadan en las aguas de este paraíso. Así que el lunes estábamos Eneko, Juanra y yo al lío (más tarde se uniría Arón).

La laguna estaba plagada de anátidas donde destacaban los más de 800 azulones (Anas Platyrhynchos) las 257 cercetas comunes (Anas crecca), casi un centenar de cucharas europeos (Spatula clypeata), una veintena de silbones europeos (Mareca penelope) , una decena de ánades frisos (Mareca strepera) y 8 tarros blancos (Tadorna adorna). Además en los campos cercanos se alimentaban 176 ánsares comunes (Anser anser) donde más tarde entrarían a dormir 893 grullas comunes (Grus grus). Sin más empezamos a buscar a la colorada. No tardó Juanra en relocalizarla donde la vio el día anterior y pudimos disfrutar de ella durante toda la tarde pues aunque los aguiluchos laguneros levantasen a sus acompañantes ella no se movía de una zona con vegetación.

Destacaba entre el resto de hembras de patos por su preciosa cabeza redondeada bicolor con la parte superior de un marrón oscuro que baja por detrás del cuello mientras que la inferior lo es de un marrón claro. El pico es negro casi en su totalidad pues muestra la punta de un color pálido. Es esta una especie poco habitual en la provincia a pesar de que este año son tres las citas de este pato de distribución euroasiática con las poblaciones reproductoras de la Península en el área mediterránea, el valle del Ebro y la Mancha Húmeda. 

Fue una gozada disfrutar de esta bonita colorada en un lugar tan maravilloso con es la laguna de El Oso.





martes, 12 de diciembre de 2023

BIMBANDO EL GAVIÓN HIPERBÓREO EN EL ABRA

 Vuelvo a la carga y lo hago con una de las joyas de nuestro viaje a Bizkaia del pasado puente. De allí me he venido con una especie más para sumar a las vistas en territorio nacional a lo largo de mi vida pajarera en forma de gaviota blanca. Tenía muchas ganas de ver inmersa en grandes grupos de gaviotas a la blanca que me faltaba (la gaviota polar ya la disfrutamos no hace mucho) y dos de los días que estamos por el Abra hemos podido verla. Gracias a Karmelo por su ayuda para conocer este sitio que grandes alegrías nos ha dado y que os contaré más adelante y a Imanol por su agradable compañía en la búsqueda.

Ahora voy con el gavión hiperbóreo (Larus hyperboreus) de 1er invierno que ha sedimentado en esa zona de la desembocadura del Nervión en el entorno de Getxo y Santurtce y que tuvimos que buscar con ahínco tres mañanas de nuestro viaje. Días antes de nuestra llegada a Sopelana, Carlos García citó ese ejemplar cerca del espigón de Getxo y teníamos la esperanza de que se quedase por allí y pasando los días nuestra expectativa se cumplió y un día antes de llegar se vio de nuevo. Toco madrugón el primer día para ver si bimbábamos esta gaviota que se reproduce en las costas árticas y subárticas  y que inverna en costas británicas o del Mar del Norte. 

Al llegar el número de gaviotas era muy grande y empecé a prospectar cada rincón del Abra en su busca, mientras Eneko buscaba correlimos oscuros y disfrutaba con los vuelvepiedras. No tuvimos suerte y decidimos, tras hora y media marchar. Y fue en ese momento cuando sobre nosotros vimos una gaviota de gran tamaño totalmente blanca y con pico bicolor (rosado en la base y negro en la punta). Allí estaba y Eneko vivió uno de los momentos temidos por cualquier pajarero: la cámara dio problemas y no pudimos hacer una foto para documentar la observación.

Pero a los dos días la cosa cambió y pudios resarcirnos. Hacía un viento brutal que casi nos tiraba cuando estábamos en el faro buscando entre las gaviotas del puerto, del mar y de los tejados. Y decidimos alejarnos un poco  para evitar ese aire y aprovechar que habíamos detectado dos correlimos oscuros para disfrutarlos. Mientras Eneko estaba con ello yo seguía escudriñando cada grupo de gaviotas y ¡eureka!, entre las patiamarillas, reidoras, sombrías, cabecinegras y un par de gaviones atlánticos una gaviota grande y blanca. Una carrera digna de medalla de oro (la gente nos preguntaba si ocurría algo, y vaya si ocurría) y pudimos ver en todo su esplendor a esta majestuosa gaviota que  hace la especie 365 para mí y un nuevo bimbo para Eneko.






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