Dicen que somos animales de costumbres y eso lo vemos en que nos gusta repetir visita a los sitios que nos gustan. En este sentido las aves también lo son pues muchas suelen repetir año a año sus zonas de cría o sus cuarteles de invernada. Y en esto último las gaviotas son un claro ejemplo. En la playa y la piscifactoría de Lires (Coruña) lleva más de una década invernando Barrilete (gaviota argéntea americana). En la misma provincia pero esta vez en Ferrol lleva aproximante lo mismo una gaviota de bonaparte. Dos más que no están ya con nosotros son "Cipriana", la gaviota de thayer que invernó año tras año en la costa lucense o "Negu", la gaviota de Delaware que pasó muchos inviernos en el Abra bizkaino.
Y precisamente de esta última especie voy a hablaros ahora. Quién sabe si la preciosa gaviota de Delaware (Larus delarawensis) que repite por segundo año invernada en Madrid acabará viajando cada año, durante el otoño, hasta el centro de la Península a pasar los meses más fríos. El año pasado un ejemplar de 1er invierno (1w) se dejó ver entre el lago de la Casa de Campo y el lago del Retiro durante el invierno. Este año, el que presumiblemente es el mismo ejemplar, ya de 2w ha vuelto y lleva unas semanas viéndose por la Casa de Campo.
El pasado sábado Eneko, Juanra y yo estábamos a las 9:30 en el lugar para bimbar esta especie de gaviota americana con sus zonas de cría en Canadá y EEUU y las de invernada en las costas atlántica y Pacífica del centro de ese continente y en lagos interiores del mismo. No tardamos mucho en verla volar con un fondo inmejorable (el Palacio Real y la Almudena) antes de que se posase en la fuente central del lago. Más tarde se nos acercó aprovechando que una familia echaba pan a los patos que comparten lugar con ella. En ese momento pudimos ver su precioso pico amarillo con la franja terminal negra y su iris del mismo color. Además destacaba su tamaño intermedio entre las grandes sombrías con las que volaba y las reidoras con las que se posó. Además vimos su dorso gris claro y su cabeza rayada.
Disfrutamos de ella todo el rato que estuvimos allí y lo hicimos con varios pajareros, entre ellos nuestro amigo Álvaro, que se acercaron a verla. Esperemos que pronto tenga un "nombre" y que siga visitando Madrid invierno tras invierno.
Gracias por seguir e blog
Saludos Abulenses
No hay comentarios:
Publicar un comentario