Cuando pensaba en el estado de alerta, además de la pena por no poder salir a la calle con los niños o de no poder viajar al pueblo a ver a mi familia y amigos, pensaba en que iba a pasar un montón de días sin salir al campo a ver aves. Pero aunque los paseos en familia o el abrazo a mis padres, hermanos o amigos tendrán que esperar lo de ver aves lo hemos reorientado. Para no dejar nuestra pasión olvidad hemos buscado al menos 1 hora al día para ponernos a observar a nuestros vecinos alados desde nuestra ventana. Y ya llevamos 40 especies entre Eneko y yo.
Y el mayor atracón nos lo estamos dando con las rapaces que vuelan sobre los descampados de detrás de casa y sobre todo en el encinar que tenemos un poco más lejos. Ya hemos visto Milanos Reales (Milvus milvus), Milanos Negros (Milvus migrans), Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti), Culebrera Europea (Circaetus gallicus) y Águila Calzada (Hieraaetus pennatus). Pero los que no fallan ningún día sobre nuestros tejados son los Buitres. Tenemos las suerte de disfrutar de los más grandes de nuestras aves mientras buscan las corrientes térmicas o ya "subidos" en ellas. Incluso un día pudimos ver como descendían para posarse en el encinar que tenemos al fondo de nuestra visión (llegando a ver cerca de 80 ese día) entre Negro (Aegypius monachus) y Leonados (Gyps fulvus).
Verlos en casa emociona per ahora sólo pienso en volver a verlos en otro lugar, fuera de la puerta de casa donde todavía tenemos que quedarnos unos días, y poder ver la majestuosidad de estos gigantes como en las fotos que os voy a enseñar ahora, cuando los vi así de bonitos y de tranquilos cerca de Sotalbo.
Verlos en casa emociona per ahora sólo pienso en volver a verlos en otro lugar, fuera de la puerta de casa donde todavía tenemos que quedarnos unos días, y poder ver la majestuosidad de estos gigantes como en las fotos que os voy a enseñar ahora, cuando los vi así de bonitos y de tranquilos cerca de Sotalbo.