Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

miércoles, 28 de junio de 2023

2ª CITA DE GAVIOTA CABECINEGRA EN ÁVILA

 Hace dos días se produjo uno de esos días que quedarán marcados en la ornitología de Ávila pues la tarde del 25 se produjeron dos citas de dos especies muy escasas en nuestra provincia siendo una 2ª y 3ª para el histórico de ambas especies en suelo abulense.

La primera noticia saltó a media tarde, sobre las 18:00 cuando desde la cámara de Directo Natura se pudieron ver dos gaviotas cabecinegras (Ichthyaetus melanocephalus) en la laguna de El Oso. En concreto se movían junto a algunas reidoras un adulto de la especie y un 2º año que se posaron en una de las isletas del humedal para que, aunque no fuese in situ, pudiésemos verlas. Destacaba el precioso adulto con su cabeza negra con un anillo ocular blanco y su llamativo pico rojo mientras que el inmaduro apenas si marcaba una mancha negra en la cabeza. Esa misma tarde dos amigos , Chema y Arón, la vieron en e lugar antes de que desapareciesen ya que al día siguiente no las relocalizamos. Es una pasada pensar que estas viajeras que crían desde el entorno del Mar Negro (donde están sus mejores colonias) hasta el Mediterráneo con algunas de ellas en el levante o La Mancha. Espectacular 2ª cita tras la del 2021 del Rosarito (Chema García)

Ya al final del día la otra sorpresa saltó en el embalse de Serones, donde Nayib Hamdoun, vio un charrán común, cuando ya el día agonizaba, primero posado y después volando sobre las aguas. Tampoco logramos relocalizar a este sternido tan poco frecuente en Ávila de la que solo es la 3ª cita.

Gracias a Directo Natura podemos disfrutar de las melanochepalus.



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lunes, 19 de junio de 2023

POR LA SIERRA DE MALAGÓN

 La vida vuelve a poner una piedra enorme en el camino que tenemos que saltar y mis esfuerzos durante un tiempo estará en ello. Por ello tendré menos tiempo para el campo, y sobre todo para el ordenador. Aún así para lo primero de ellos siempre tendré momentos porque además lo necesito para llevar este fin de curso un tanto convulso. Para lo segundo trataré de sacar algún momento como éste donde os contaré la salida de la semana pasada a la Sierra de Malagón, en el límite entre Segovia y Ávila.

Hasta allí subí con los peques para ver algunos pajarillos y los alcaudones estaban en el punto de mira. Era una zona donde veíamos con facilidad el dorsirrojo desde hace unos años pero poco a poco fue cambiando de zonas, a la vez que aparecía en sus territorios el común y este año no hemos logrado verlo en toda la tarde. En cambio en el territorio donde lo disfrutábamos al inicio, en el entorno del río Tuerto, se han establecido dos parejas del viajero de cabeza roja. También en la zona cercana al puerto de la Lancha, donde criaba el collurio, vimos otra pareja de alcaudón común (Lanius senator). Disfrutamos de lo lindo viendo cazar y alimentarse a una hembra que se nos posó muy cerca mientras el macho se mantenía en lo alto de un arbusto.




Seguíamos buscando al más intrépido de los viajeros, el dorsirrojo realiza una migración que le lleva en ototño hacía el noreste para cruzar el Mediterráneo por esu zona más oriental, cuando entre las ramas de otro arbusto vimos dos alcaudones reales (Lanius meridionalis). Es el más grande de los "carniceros" y es espectacular ver ese pico que me lleva a pensar que los alcaudones se quedaron a un paso de ser rapaces. Es espectacular el antifaz que luce esta especie. Tuvieron algún rifirrafe con su primo antes de tener que abandonar el lugar donde reposaban tranquilamente.





Una buena nómica de pajarillos y rapaces completaron la tarde en esta mediana sierra. Nos hizo especial ilusión ver una de las currucas más bonitas de las que tenemos por aquí (y eso es mucho decir). No es fácil ver a algún representante de esta familia pues les gusta esconderse entre las ramas de los matorrales. Después de ver varias zarceras (Curruca comunnis) pudimos ver una pequeña curruca con las el panel alar rojizo con los bordes oscuros finos de las primarias y las terciarias con los centros oscuros poco intensos que además lucía una cabeza grisácea con la brida oscura. Fueron unos segundos pero nos gustó mucho ver a la curruca tomillera (Curruca conspicillata) antes de que volviese a la maraña de ramas.



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miércoles, 7 de junio de 2023

ENTRE ZARCER@S ESTUVO LA TARDE

 Ayer por la tarde, tras unos días saliendo a aguiluchos, Eneko y yo salimos un rato al monte. Además las lluvias nos dejaron una tregua tras varios días donde el cielo dejó caer el ansiado agua que el campo necesitaba y decidimos pasar por el entorno del puerto de Navalmoral. Tenía ganas de ver si un nuevo año, a pesar de que la zona quedó arrasada hace un par de años por el trágico incendio que arrasó la Paramera, la agachadiza común criaba en algunos de los prados de esta preciosa zona de montaña abulense.

No pudimos ver a esta espectacular limícola con su inigualable vuelo nupcial pero si que pudimos disfrutar muchísimo con dos aves que nos hicieron las delicias durante las dos horas que estuvimos recorriendo varios prados rodeados de matorrales y algunos árboles que se salvaron de las cenias al contrario que muchos de los piornos que hace años tenían de amarillo las cumbres de este puerta al valle del Alberche.

Muchos fueron los pajarillos que vimos pero hubo una que por su omnipresencia y por su cercanía e convirtió en la protagonista de la tarde. Desde que llegamos y empezamos a movernos entre los matorrales ya empezamos a escuchar las primeras currucas zarceras (Curruca communis) entre las ramas. Alguna de ellas ya se pusieron en lo alto de alguna de las ramas para cantar y mezclar sus notas con las de los escribanos trigueros, las currucas mirlonas o las tarabillas comunes. Continuamos viéndolas en todo el trayecto pero fue cuando paramos a reponer fuerzas cuando más las disfrutamos. Nos sentamos en el suelo frente a un matorral donde descubrimos algún pollo al que los padres no paraban de llevar comida y lo hacían sin inmutarse ante nuestra presencia (siempre a una distancia prudencial para no molestar). Disfrutamos de lo lindo de sus alas rojizas, su cabeza grisácea y su garganta blanca.












Junto a ella y junto a otros moradores de los matorrales  como los alcaudones comunes y dorsirrojos, había otro pajarillo que cantaba a pleno pulmón sus sílabas aturulladas. Fue el primero en recibirnos cunado empezamos el camino. En lo alto de una zarza, que le da nombre, cantaba este pajarillo de tonos amarillos. El zarcero poliglota (Hyppolaris polyglotta) regresa de sus viaje otoñal en plena primavera para teñir de jalde las ramas donde vive. También nos acompañó durante toda la tarde aunque en menor número que la zarcera.




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