Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

viernes, 31 de diciembre de 2021

DOS GAVIOTAS GROENLANDESAS EN SANTOÑA

 Terminamos este difícil año que se empezó muy complicado y ha terminado siéndolo aún más. A pesar de que pensábamos que estaba todo hecho. Desde aquí mucho cuidado y desearos que estos días no pasen factura al inicio del 2022. Este año ha sido difícil en todo y prueba de ello es que he tenido menos tiempo para subir entradas al blog, con lo que se ha resentido el número final de ellas. Espero poder retomar la periodicidad en este año que entra.

Voy a despedir el año blogero con una entrada del reciente viaje que hemos hecho a Santoña. Recorrer la bahía es siempre una ilusión, pero este año lo era aún más pues ha sido la primera invernada en Santoña para Eneko, que me acompañó y además aguantó como un jabato el pajareo de sol a sol. Y empiezo con dos de las protagonistas del periodo invernal en esta acogedora localidad cántabra.

 Aunque ya tuvimos oportunidad de ver esta especie en el mismo lugar el verano pasado, siempre es un gusto disfrutar de una de las gaviotas blancas que nos visitan cuando el frío llega a nuestra latitudes llegadas de lejanos lugares como Groenlandia o el extremo norte de Norteamérica. Anteriormente llamada Gaviota polar ahora se la conoce como Gaviota groenlandesa (Larus glaucoides) y con paciencia se las puede observar a pocos metros en el puerto de Santoña.

Nosotros fuimos a buscarlas tras pasar el día recorriendo varios puntos, que ya os contaré. Mientas buscaba aparcamiento me fijé en la cubierta de un edificio portuario y allí pude ver un de los dos ejemplares (un primer invierno/1ªW y un segundo invierno 2ªW). Aparcamos y fuimos rápido al lugar donde la vi pero había cambiado de sitio. No tardé en relocalizarla mientras volaba antes de posarse en una grúa. Con tal suerte que se acomodó al lado del segundo ejemplar. Nos acercamos poco apoco hasta una zona donde las teníamos muy cerca y ellas estaban tranquilas. Y allí disfrutamos de ambas.

Para diferenciar a ambos ejemplares fijaros en el iris de cada una. Mientras que el ejemplar de 1ªW tiene el ojo y el pico oscuros , el ejemplar de 2ªW tienen  el iris claro, lo mismo que una parte del pico  Al rato el más joven cambió la grúa por el tejado de nuevo mientras que el más mayor de los dos se quedó en la grúa, donde la dejamos tranquila.

La subespecie nominal (glaucoides), que es la que llega a nuestras costas en bajo número, cría en Groenlandia y pasa el invierno de manera escasa en algunos puntos europeos (islas Británicas, países nórdicos, Francia o España). Los individuos inmaduros tienen un plumaje muy blanco incluidas las primarias que contrasta  mucho con los inmaduros de otras especies. Nosotros disfrutamos mucho de ellas, ahora os toca a vosotr@s.

Primero unas fotos del 2º invierno












Luego unas pocas del 1º invierno



Y finalmente de las dos juntas.



Mucho ánimo s a tod@s
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Saludos Abulenses

domingo, 19 de diciembre de 2021

ENEKO Y EL MOCHUELO

 Fin de trimestre y con él se limita el tiempo que tengo para salir al campo. Aún así hemos sacado varios ratos, cortos eso si, para poder estar en el campo. El domingo pasado anduvimos por las Navas del Marqués tras el escribano nival (que no apareció), hoy hemos paseado por una charca de la capital (donde hay un ánsar cisnal de quien sabe donde) y dos ratos, una tarde y la mañana de ayer, para disfrutar de la laguna de El Oso.

El humedal está ahora precioso y lleno de vida. El martes, que fue el día en que pude prospectar la laguna a tope ya que ayer se lo estuvimos enseñando a algunas personas en una actividad, comprobamos que el número de ánsares comunes sigue estable en los alrededor de 580 ejemplares. Con ellos siguen los 19 ánsares caretos grandes (Anser albifrons) que ese día vimos primero por separado (un grupo numerosos y luego ejemplares sueltos) pero que luego se juntaron a comer en un campo cercano. Ayer la cosa fue al revés, nada más llegar los vimos todos juntos en una orilla del humedal ara dispersarse luego cuando cambiaron de lugar.

Por la alguna siguen, o seguían el martes, los zarapitos reales (Numenius arquata) que llevan unos días con nosotros aunque ayer no los pudimos localizar en el ratito que echamos. Con ellos, en cuanto a limícolas, destacar que ayer había un correlimos común (Calidris alpina) y que hay un grupo de Avefrías comunes que se mueven por los campos que bordean la laguna.  Las anátidas están bien representadas por todas las especies habituales en esta época con la observación de dos tarros blancos (Tadorna tadorna).

Pero el martes todo eso a Eneko no le importó mucho. Él estuvo gran parte de la tarde con su nuevo amigo. Un amigo de penetrantes ojos amarillos y cara amigable que le esperaba en su casa. Allí lo vimos nada más llegar y Eneko se puso a disfrutar con él. Con el paso de la tarde, y cuando ya cogieron confianza, se fueron acercando un poco (en realidad Eneko no se movió del sitio) hasta que llegaron  a estar a escaso s 3 metros mientras se miraban. Eneko pasó uno de esos momentos que suceden en este precioso mundo y que no se le olvidará nunca. Por cierto su amigo es un precioso Mochuelo europeo (Athene noctua) que estaba en el entorno del observatorio de la embotelladora.








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martes, 14 de diciembre de 2021

PÓKER DE CORRELIMOS

Vamos con otro trocito de Almerìa y del viaje que hemos hecho este mes. Y voy con una de limícolas, que ya sabéis que son mi devoción. En este caso disfrutamos de un buen número de estas pisadoras de barro pues conseguimos ver casi una veintena de especies. En esta entrada van a aparecer cuatro especies de correlimos que recorrían las orillas de la Rambla Morales, un auténtico paraíso a escasos metros de nuestro camping. Lo que más nos sorprendió del lugar, además de que el lugar era espectacular y en ella pudimos ver un montón de especies de las que deseábamos ver (ya os lo contaré más adelante), es que los limis se acercaban a escasos metros de nosotros sin alterarse ni escapar de nosotros. 

Empezaremos de más grande a más pequeño. El mayor de los correlimos que vimos, y quizá el que más ilusión nos hizo pues no es uno de los que más veamos, incluso para Eneko era un bimbo (hasta 8 hizo en el viaje), fue el Correlimos gordo (Calidris canutus). Este limícola, que en época nupcial luce una precioso plumaje rojizo, ahora luce uno más tenue de tonos grisáceos con una marcada ceja blanca y unas patas verdosas. Estaba descansando en la orilla hasta que unos ciclistas le despertaron y aprovechó para comer algo antes de salir volando.







 

Vamos con los dos medianos del día. En este caso son muy diferentes pues uno luce un bonito plumaje blanco mientras que el otro lo tiene de un gris uniforme (individuos adultos en invierno). Los más numerosos eran los Correlimos tridáctilos (Calidris alba) de níveo traje y pico grueso que suele ser uno de los habituales esquivando las olas de las playas, En este caso fueron los más agradecidos pues se acercaban en su recorrido de la orilla. 








Solo había un par de correlimos de la otra especie del mismo tamaño en el grupo de limis del lugar. Los Correlimos comunes (Calidris alpina) lucen un pico bastante largo y ligeramente curvado hacia abajo sobre un plumaje de tonos grises y blancos mientras picotean el agua de manera muy reconocible. 



El ultimo es el pequeñín de la familia (junto con el temminckii). Es el más pequeño de los que podemos ver en nuestros humedales y parece un tridáctilo en miniatura, con el plumaje del mismo pálido que él con un pico mucho más corto y recto y patas negras . En este caso buscaba zonas aisladas pues en cuanto se cruzaba con un tridi o un común no dudaban en molestarle. 






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jueves, 9 de diciembre de 2021

VIAJE ALMERIENSE: EL MÁS DESEADO

Unos días de descanso en tierras almerienses y he cargado pilas después de unos meses con mucho trabajo así que vuelvo con fuerza renovada para afrontar lo que me toque, blog incluido. No he estado por tierras abulenses pero las aves no han dejado de llegar y hemos tenido por aquí un porrón moñudo que vio Nayib y un extraordinario escribano nival en las Navas del Marqués que estamos tratando de relocalizar.

En mi viaje por tierras andaluzas no he dejado las aves y he tenido varias salidas a ver algunas de las maravillas de esta zona del extremo sureste de la Península de paisaje salido de otro planeta. Varios eran los enclaves que queríamos visitar y aquí haré un paréntesis para dar las gracias a David por su gran ayuda a conocer el Cabo de Gata y algunos enclaves que os contaré más adelante. Pero entre todo lo que me apetecía ver había una especie que se llevó todos los esfuerzos primeros pues quería verla por primera vez en uno de los pocos puntos donde se puede ver dentro de nuestro territorio.

Un primer intento  me llevó al entorno de las salinas del Cabo, en la zona de dunas que se sitúa entre estas balsas de aprovechamiento y la playa. Fue poco tiempo pero no sirvió para hacernos una idea de donde buscar y tratar de ver al trompetero. El segundo intento fue el que nos dio una de las mayores alegrías ornitológicas que me he llevado en los últimos tiempos hasta el punto de la lágrima estuvo a punto de caer. Buscábamos entre los grupos de paseriformes que se escondían en la vegetación dunar donde vimos verderones comunes, cogujadas montesinas y bisbitas pratenses. Pero en los primeros momentos no logramos ver el tono rojizo del plumaje del más deseado.

Nos movimos a otro punto de la larga barra donde buscábamos y en cuanto paré el coche, el corazón me dio un vuelco pues logré ver a dos de los camachuelos trompeteros (Bucanetes githagineus) que deseaba ver. No había dudas pues además del tono rojizo llamaba  la atención su enorme pico y la cabeza robusta. Tras los dos primeros empezaron a aparecer más ejemplares hasta un total de 11 en esa misma zona, que usaban las empalizadas para posarse y dejarse ver en todo su esplendor . Se movieron cerca del observatorio y siguieron con su tarea de buscar grano que llevarse a su gran pico. Un rato después y ya en otro punto de la zona pudimos ver otros 3 para un total de 14 aves. Y no fue la única observación pues hasta en otros dos días del viaje pudimos verlos, ya en otro sitio.

El camachuelo trompetero es un ave muy extendido en el norte de de África y Asia. En el continente europeo solo se puede ver en Canarias, Turquia o en unas pocas zonas del sureste ibérico. En época de cría se refugia en las ramblas escarpadas de este entorno árido pero ahora, en invernada, hace pequeños movimientos a enclaves cercanos a la costa. Y es ahí donde pudimos verlos Eneko, Elia y yo (Elia estaba a los flamencos). Disfrutad de ellos.














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