Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

jueves, 6 de noviembre de 2025

UNA BRITÁNICA ENTRE LAS ALBA

Salir al campo es una medicina que ayuda a superar los momentos duros que estamos viviendo. No es mucho el tiempo que puedo echarme los prismáticos a los ojos pero esos ratitos son una maravilla que hace que la cabeza coja fuerzas para seguir adelante. Hoy he estado un ratín en una charca que hay en la zona sur de la capital, en el entorno del pabellón Carlos Sastre.

Esta pequeña charca está rodeada de asfalto y edificios pero en este momento, y durante la invernada, hay en ella un espectáculo cuando el sol está a punto de esconderse digno de ser disfrutado. A la seguridad de la vegetación palustre llegan al anochecer decenas de lavanderas blancas (Motacilla alba) a dormir que poco a poco van llegando al entorno de la charca y se van agolpando en las calles y campos que la rodean. Vuelan de un lado al otro llenando el cielo de puntos de cola larga y sonidos que recuerdan al frío. Entran en la espadaña nerviosas para volver a salir como si el nerviosismo les hiciese moverse sin parar hasta que, ya casi de noche, el silencio se hace y las numerosas lavanderas blancas se preparan para dormir posadas en los tallos. 

Entre las numerosas lavanderas blancas de la subespecie alba siempre llega, desde las Islas Británicas, algún ejemplar de la subespecie enlutada o pía (Motacilla alba yarrellii). Esta subespecie se diferencia de la nominal (que es la que se reproduce en la Península y la Europa continental) en que tiene el plumaje negro frente al gris no existiendo diferencia entre la nuca y el dorso. en este caso era un macho lo que hace que la identificación haya sido más sencilla.







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miércoles, 5 de noviembre de 2025

EL MONTE Aa NOS DIO TRES MOMENTOS MÁGICOS

Durante las últimas semanas apenas he tenido tiempo para ir al campo  aunque si que he ido a ver las grullas que van llegando a la laguna de El Oso y he recorrido el bosque de ribera del Adaja para buscar, sin éxito, los mosquiteros bilistados  que este postnupcial están caros en el centro peninsular. Estos momentos me ayudan a recordar cosas que hemos vivido hace un tiempo y que han quedado grabados en nuestra vida pajarera y ello me ha llevado al Monte Aa en el mes de julio. 

Nuestras salidas por Cantabria en el mes de julio tuvieron como objetivo ver los dos pícidos estrella de la Cordillera Cantábrica. Y el Monte Aa nos dio al pico mediano (Dendrocopus medius) de una manera inmejorable. Estuvimos recorriendo la pista que lleva a lo alto del Monte tratando de escuchar el canto del picamaderos negro y del pico mediano. Al primero no lo escuchamos en este lugar mágico, si que lo detectamos en Saja, pero el segundo si que lo oímos en el robledal que es la antesala al hayedo. Nos sentamos a dejar que el carpintero de cara blanca apareciese ente nosotros y no defraudó. Volaron, eran dos los ejemplares, y se pusieron ante nosotros durante un momento que Eneko captó de este picatroncos exclusivo de la Cordillera Cantábrica y Pirineos



Ya en lo alto del Monte otra especie fue la que nos dio observaciones increíbles. Aunque no estaba en mis objetivos principales si que lo estaba en el de Eneko pues no había visto  al escribano cerillo (Emberiza citrinella) en su hábitat en periodo de reproducción (lo había visto en invernada en Ávila). Fue llegar a los alto  y que el bosque diese paso a los prados salpicados de matorrales y el escribano de color del limón no tardó en aparecer. Primero lo vimos volando, luego lo escuchamos para descubrirlo en la cúspide de la vegetación. Pudimos ver una familia con un macho precioso, una hembra espectacular y algunos jóvenes del año. 













La parte más baja del Monte, en los árboles que acompañan al arroyo que baja de las cumbres, nos dejaron la observación del único párido que no podemos ver en nuestros bosques. Es una de las especies que nos encanta ver cuando viajamos a Cantabria y poder verlo tan cerca y tan bien siempre es una gozada. Vimos un grupo de carbonero palustre (Poecile palustris) junto a otras especies mientras se alimentaban de manera nerviosa entre las ramas.

Como veis el Monte Aa nos dio momentos mágicos que nos hacen tener este lugar entre los que estamos deseosos de volver.





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jueves, 23 de octubre de 2025

EL MARAVILLOSO GRIS HA VUELTO CON PROBLEMAS

 El otoño en todo su esplendor está aquí. Los días oscuros ya han llegado y las lluvias han vuelto. Pero si el otoño ha llegado es porque las damas grises ya están con nosotros de nuevo tras pasar los meses, desde febrero hasta septiembre, en lagos y ciénagas del centro y norte de Europa. La migración de las grullas comunes (Grus grus) está en su inicio y ya van llegando las primeras a la laguna de El Oso en su parada en su viaje a Extremadura. Pero este año esta migración está siendo agridulce pues ver de nuevo a estas preciosas aves nos alegra cada salida en que nos cruzamos con ellas mientras que están apareciendo casos de aves enfermas, gripe aviar,  en varios puntos de la geografía ibérica tras aparecer casos en otros países europeos.

Espero que la situación no se dispare y podamos disfrutar de la migración e invernada de estas maravillosas aves que tiñen de gris los rojizos atardeceres morañegos. En un mes veremos el pico de migración en nuestro territorio pajarero y después veremos las que deciden quedarse a pasar los meses invernales en este humedal. Ahora toca estar atento  a posibles ejemplares infectados y sobre todo atentos a escuchar su característico trompeteo. 







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miércoles, 15 de octubre de 2025

¡ CHORLITO DORADO AMERICANO EN VILLAFÁFILA !

Con un poco de retraso voy con la segunda parte del viaje zamorano del "no hay dos sin tres". En este caso vamos con la  variable especie de este refrán. Entre las especies de Pluvialis (chorlitos) que podemos ver en la Península, además del chorlito gris, hay tres chorlitos dorados con nombre del continente donde se reproduce. Hasta ahora habíamos tenido la suerte de ver dos de ellos y la Reserva de las Lagunas de Villafáfila nos ha dado el tercero de ellos. El chorlito dorado europeo (Pluvialis apricaria) es habitual en nuestro territorio en pasos e invernada con años en que los números son espectaculares así que lo hemos visto en infinidad de ocasiones. Al chorlito dorado siberiano (Pluvialis fulva), rareza en la Península,  hemos tenido la suerte de verlo en dos ocasiones, una en mi querida Laguna de El Oso y la otra en el Delta del Ebro. Antes de ir con el tercero, el dominica, vamos con la parte amarga. 

Como ya os conté la sensación fue agridulce pues, a pesar de ver una especie que teníamos muchas ganas de ver, la situación de las Lagunas de Villafáfila, como ya han contado amigos como Alfonso Rodrigo, es lamentable. El complejo lagunar está completamente seco y solo se mantiene una pequeña zona de la Salina Grande por el poco agua que aporta la depuradora. esta situación se ve venir desde hace tiempo, como cuando este verano el agua que había se tiño de verde por la eutrofización y provocó la aparición de multitud de aves muertas. es hora de que se actúe para cuidar  este lugar maravilloso.

A mediodía, tras ver las pardillas, nos acercamos al único punto de agua de la Salina Grande para buscar al juvenil de chorlito dorado americano (Pluvialis dominica)  que un par de días antes descubrió nuestro amigo Gary. La luz era horrible pero no tardamos en ver al buscado. A pesar de la reverberación pudimos ver su estilizada silueta, comparado con un chorlito gris y un dorado europeo, su menor tamaño y su ceja prominente. Se movía nervioso entre combatientes, chorlitos grandes  y avefrías europeas. Las fotos eran horribles pero cuando todo el grupo levantó el vuelo y pasaron algo más cerca pudimos ver dos características más que además pude retratar. En vuelo se puede ver el underwind (parte inferior del ala) de color marrón frente al blanco del apricaria y como le sobresalen de manera tenue las patas de la cola. 

El chorlito dorado americano se reproduce en las regiones árticas y subárticas de Norteamérica llevando a cabo migraciones largas, una de las mayores entre los limícolas,  en las que cruza el Océano Atlántico hasta Argentina o Bolivia. En esos viajes recala en la Península, como divagante,  de manera anual pero escasa.




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martes, 7 de octubre de 2025

POR FIN LAS PARDILLAS SANABRESAS

Nuestro viaje zamorano del domingo se puede resumir en un dicho muy extendido en el idioma castellano: no hay dos sin tres. Ya os contaré la segunda experiencia pero empezaremos por la salida a la zona de Sanabria para quitarnos una espina que teníamos clavada desde el otoño pasado (esas dos veces la fallamos). Y además en ambas salidas he tenido sensaciones agridulces ya que a la enorme alegría de ver las especies buscadas se ha unido la enorme tristeza por el estado del hábitat donde se encuentran (con la mano del hombre por detrás)

A primera hora de la mañana, después de un buen madrugón, estábamos por esas preciosas montañas que este año han sufrido un desastre, como muchas zonas cercanas, con la lacra del fuego que ha llegado a este maravilloso lugar. Desde las partes altas donde se alternaban prados herbáceos y matorrales  veíamos las carbonizadas y negras laderas y el alma se nos caía al suelo pensando en como están quedando muchos de nuestros montes por la inacción de las administraciones y la acción de algunos enfermos que ven en los campos ardiendo una satisfacción.

Gracias a nuestro amigo Manolo sabíamos la zona donde buscar a las perdices pardillas (Perdix perdix) que el año pasado no conseguimos tras dos visitas (de ahí el dicho). Y ha tenido que ser a la tercera cuando hemos visto esta maravilla de tonos grisáceos con zonas estriadas en marrón y la cara naranja. Tras un buen rato mirando prados cercanos a los matorrales y llevarnos un par de sustos con las alondras y las perdices rojas con las que comparten sitio, fue Eneko el que dio la voz "allí, detrás de la alondra, hay una perdiz". Se escondió antes de verla pero no tardó en aparecer de nuevo erguida delante de las ramas donde, en caso de miedo, esconderse para alegría de los que estábamos en el coche. 

A pesar de estar lejos la vimos bien, e incluso vimos otro ejemplar que se alimentaba entre las hierbas. En un momento dado se agacharon y se mimetizaron hasta prácticamente desaparecer. Las disfrutamos desde lejos hasta que de unos matorrales cercanos salieron 3 ejemplares que alzaron el vuelo arrastraron al resto hasta un total de 8 ejemplares que se escondieron detrás de la vegetación. Fue un momento maravilloso, por lo esperado del mismo, por las veces falladas anteriormente y por disfrutar de una especie que soñábamos con ver.






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martes, 30 de septiembre de 2025

MIS DOS FAVORITOS

Como muchas veces os he contado  es inexplicable la sensación que me produce pajarear. Y mi mundo pajarero, al margen de los muchos momentos vividos y de las muchas especies vistas, confluye en dos elementos, un lugar y un pequeño pajarillo.

Si hablamos de un lugar ese es mi territorio pajarero. Puedo viajar por muchos lugares lejanos, por sitios impresionantes o por paraísos pajareros pero si he de elegir uno ese será la Laguna de El Oso. Este pequeño humedal abulense es el sitio donde siempre vuelvo, donde he pasado infinidad de momentos únicos y donde me escapo aunque tenga apenas un momento para el pajareo. Allí he conocido a mis mejores amigos pajareros y allí he llevado a multitud de amigos para que conozcan ese sitio del que no paro de hablarlos. Allí espero a las grullas cada otoño, allí busco limícolas cada paso migratorio, allí espero a las gangas ortegas cada verano y allí disfruto de la invernada de anátidas. 

Si por el contrario hablamos de especies lo he de hacer de mi ave favorita. Es cierto qua a los pajareros nos cuesta elegir nuestra especie preferida pero este pajarillo de impresionante medalla azul en el pecho y cola de tonos rojizos es mi especie fetiche. Por él subo a los piornales serranos en verano o busco entre la vegetación palustre en los pasos. El ruiseñor pechiazul (Luscinia svecica) es una joya de la ornitología abulense, reproductor en los piornos de la sierra , que en otoño se observa en algunas zonas húmedas en sus viajes a humedales costeros para los meses fríos.

Hoy ambos se han unido para deleite de los que allí estábamos (Miguel, Luis Jesús, Eneko y yo) para hacer la tarde inolvidable. Y además Eneko lo ha sacado así de bonito a pesar de la maña luz que la tarde nublada nos ha dado. 












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lunes, 29 de septiembre de 2025

¡ CORRELIMOS CANELO EN EL CÉSPED !

Cuando oímos hablar del césped no sabíamos que lugar era ese en el que año tras año un gran número de aves recalan en los pasos y sobre todo, un punto caliente del Delta del Ebro donde un buen número de aves raras y escasas paran en sus viajes o para pasar el invierno. Cuando el año pasado vimos esa finca donde de cultiva el césped para campos de fútbol o de golf descubrimos un filón para observar esas aves que tanta alegría nos da encontrarnos. Si el año pasado fue el chorlito dorado siberiano el que nos alegró los ratos que pasamos en la finca Dacsa este año han sido dos "americanos" llegados de lejos.

Levaban unos días dos correlimos canelos (Calidris subruficollis) en estos campos de  un verde intenso. Tras fallar la avefría coliblanca nos fuimos al césped a buscar a esas dos preciosidades de llamativas patas anaranjadas y cara amable. No tardamos en verlas sobre la corta hierba. Se movían juntos entre los pívot que riegan la parcela junto a decenas de lavanderas boyeras (entre ellas nos dejamos los ojos buscando un cetrina que no quiso aparecer) y de chorlitejos grandes.

Se alimentaban tranquilos moviéndose de un lado para otro y solo alteraba su tranquilidad algún carrito de los trabajadores pero apenas se desplazaban unos metros. Cambiaron varias veces de parcela pero siempre en el entorno de un camino desde el que pudimos disfrutarlos a placer rodeados de amigos y pajareros que como nosotros quedaban encantados con estas dos preciosidades.









El correlimos canelo es un pequeño limícola, del tamaño de sus primos comunes que luce un plumaje del color que le da nombre pero con pico y patas más largas, estas últimos de color anaranjado. Es un limícola que se reproduce en el Ártico Norteamericano y siberiano con los cuarteles de invernada en Sudamérica (Argentina o Brasil). Es un ave de aparición anual y escasa, entre septiembre y octubre,  en muchos puntos ibéricos con mayor facilidad para encontrarla en la cosa cantábrica. De hecho estos días hay ejemplares en Cantabria, Valencia y la de estos que aparecen en las fotos que hizo Eneko








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