Poco apoco se nos va este "invierno" que apenas hemos vivido como tal. Las nieves no han llegado a donde suelen llegar, el agua apenas ha hecho acto de aparición y las temperaturas bajo cero han sido contadas. Todo ello nos está avisando de lo que nos viene encima. Además la invernada de aves no ha estado muy boyante en tierras abulenses y apenas si hemos visto algunos ejemplares de algunos paseriformes habituales en inviernos más fríos.
Y con la partida de la estación más gélida del año se va una de las imágenes más bonitas de las que se pueden ver en los campos abulenses, morañegos para ser más precisos. Cuando la tarde va cayendo, si tenemos la suerte de estar en el sitio adecuado, veremos cruzar decenas de siluetas de colas ahorquilladas volando en una misma dirección. Son los cientos de Milanos Reales (Milvus mivus) que, tras recorrer los campos de la comarca abulense en busca de roedores o alguna carroña, regresan a sus dormideros a pasar la noche al cobijo y la seguridad de la comunidad. Poco a poco se van posando en predormideros para, ya casi de noche, entrar en la chopera donde pasarán la noche los unos junto a los otros.
Igual de espectacular es descubrir el dormidero con las primeras luces del día, donde estos precioso viajeros, muchos de ellos venidos de tierras norteñas, se desperezan y esperan a que el aire se caliente un poco para volver a campear la provincia. Este dormidero lo pudimos disfrutar Elia y yo una mañana mientras recorríamos una zona cercana a la laguna redonda, seca este año.
Gracias por seguir el blog
Saludos abulenses
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