Voy con la tercera entrada del viaje manchego de hace un mes, antes de poner en orden o visto estos días pasados (Vega del Alberche y lagunas de la Pedraja). Después de un madrugón y una chupa de agua volví en busca de mis amigos, que me esperaban con el desayuno preparado. Tras recobrar fuerzas nos fuimos a conocer los Charcones de Miguel Esteban. Llegar es fácil ya que está señalizado en la carretera que lleva al archiconocido Toboso.
Este pequeño humedal esta rodeado por un vallado y cuenta con varios observatorios desde los que poder disfrutar de lo que allí se mueve. La verdad es que esa zona estaba un poco sosa pero detrás de ella, otra zona encharcada estaba llena la vida, algo común en estas lagunas manchegas.
Empezaré por donde no se debe, pero la ocasión lo merece. Tras disfrutar del lugar, y a punto de irnos a comer, y pasar por una zona de vegetación palustre con un claro donde se veía el agua una cola rígida mirando al cielo detuvo mi atención. Paré el coche en seco porque allí estaba un precioso macho de Malvasía Cabeciblanca acompañado de un hembra que, al vernos, pusieron rumbo a los carrizos. Aun así pudimos verlos bien y sacarles una foto que muestra lo preciosos que es este pato, y más ahora en época prenupcial.
Pareja de Malvasía Cabeciblanca
Vamos desde el principio. Este humedal ha debido de vivir mejores momentos pero aun así es muy interesante. Desde los observatorios pudimos empezar a disfrutar de lo que por allí se movía. Un Zampullín Chico que nadaba cerca se dejó ver muy bien. al igual que varias Fochas Comunes. Sobre las ramas, que todavía estaban desnudas, se posaban varios Mosquiteros Comunes.
Zampullín Chico
Mosquitero Común
Mosquitero Común
Mosquitero Común
Desde otro observatorio, con otra perspectiva del humedal apareció uno de los objetivos del viaje, y que en esta laguna contaba como casi segura (ya sabéis, casi). En el centro de la laguna nadaban varios Zampullines Cuellinegros, con su precioso plumaje estival marcado por esas "orejas" amarillas y su precioso ojo rojo. Junto a él nadaba una pareja de Tarro blanco.
Zampullín Cuellinegro
Zampullines Cuellinegros
Tarro Blanco
Admirando a estos precioso cuellinegros estábamos cuando un sonido llamó mi atención. Sin decir nada sugerí a mis acompañantes que se subiesen a un banco y se dieran la vuelta. Y la sorpresa fue mayúscula ya que pudieron distinguir el precioso plumaje rosa de los flamencos en una zona encharcada anexa a la laguna. Hacia allí nos dirigimos y, desde el coche, pudimos ver un grupo numeroso del preciosos ave fenix, que levantaron el cuello ante nuestra llegada.
Junto a ellos nadaban los no menos bonitos Patos Colorados, con su enorme cabeza anaranjada de los machos que le dan un porte espectacular. Algunas Cigüeñuelas Comunes blandían sus patas en el limo y un buen número de Gaviotas Reidorass (las que me dieron la alarma) volaban de un lado para otro.
Flamencos Comunes delante de Tarros Blancos
Pato Colorado (2 machos y 1 hembra)
junto a Fochas y Flamencos
En los carrizos que rodean toda la laguna y zonas aledañas realizaban vuelos nupciales varios Aguiluchos Laguneros que, concentrados en sus tareas, pasaban cerca de nosotros sin que ello les molestase un ápice.
Aguilucho Lagunero hembra
Aguilucho Lagunero macho
Y con esto se acerca el final del viaje que hicimos Eli y yo el mes de Marzo a esta espectacular zona del interior peninsular. Pero aún queda un broche final increíble: Alcázar de San Juan
Saludos abulenses
Gracias por seguir el blog
Excelente crónica y fotos.
ResponderEliminarNo conozco esos lugares, pero ahora me queda claro que debo de hacerlo cuanto antes.
Saludos desde León
Te llevarás una sorpresa con este paraíso.
EliminarSaludos abulenses