UN TARDE POR EL RÍO VOLTOYA

El pasado miércoles por la tarde, tras un par de días fuera, me acerqué, el ratito que tenía, a los cortados del Voltoya cercanos a la capital abulense. Mi intención era ver si los estivales habituales habían llegado ya.

Nada más aparcar el coche me recibió un ejemplar de Alcaudón Común que usa los matorrales para recibir a los que por allí vamos. Tras subir la pronunciada cuesta que lleva a los cortados varias Alondras Comunes, Alondras Totovías  y Cogujadas Montesinas levantaron el vuelo cantando estruendosamente.

Alondra Totovía

Cogujada Montesina

Un poco más adelante, en una zona de roquedo, aparecieron dos de las especies que iba a ver. Un reflejo azul salió volando de una roca baja hacia donde estaba yo para darse la vuelta y perderse en la orillas contraria. Tras el macho de Roquero Solitario salió volando una hembra que cayó en unas rocas lejanas. Recortando el cielo, sobre el roquedo, una silueta llamó mi atención. Su cuerpo rojo con cara azulada me descubrió al Roquero Rojo, del que vi dos ejemplares machos y una hembra en el corto paseo.

Roquero Rojo macho

Roquero Rojo macho

Roquero Rojo macho y hembra

Por los mismos roquedos, mientras cantaba el Cuco y volaban varios Aviones Roqueros entre los que destacaba el obispillo ocreaceo-pálido de dos Golondrinas Daúricas, pude ver otra de las especies recién llegada. La Collalba Rubia es frecuente entre las rocas de las laderas con ese antifaz negro que tanto contrasta con el blanco plumaje.

Collalba Rubia

Collalba Rubia

Collalba Rubia

Collalba Rubia

Otro de los más comunes en esta zona, bien sobre cualquier rama bien sobre la piedras es el Escribano Montesino que ya marca su territorio mientras que su primo Hortelano aún no ha llegado a la vera del Voltoya. El Milano Negro volaban sobre mi y el Triguero cantaba junto a Pinzones y Jilgueros cuando me marchaba de un corto pero agradable paseo.

Escribano Montesino

Escribano Montesino

Saludos abulenses

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