El pasado miércoles, mientras daba un paseo por uno de los rincones que más me gustan de la geografía abulense, la Sierra de Ávila, una silueta llamó mi atención. Es una zona frecuentada por los Buitres Negros y Leonados pero ésta era de menor tamaño y tenía una cola en forma de cuña. Dirigí mis prismáticos hacía ella y la sospecha se confirmó. Tenía sobre mi un ejemplar inmaduro de Alimoche (Neophron percnopterus).
El Alimoche es el más pequeño de los 4 buitres que podemos ver en la Península de manera regular (aunque cada vez hay más citas del moteado-rueppelli). En Ávila los buitres negro y leonado son reproductores y es muy habitual verlos en nuestros cielos, no en vano en Iruelas está una de las mayores colonias del amenazado negro. El Quebrantahuesos, pese a no ser reproductor, se ve de manera continua en la Sierra de Gredos pues se ha convertido en una zona importante para la dispersión de ejemplares inmaduros de los individuos liberados en el proyecto de Andalucía.
Por desgracia el Alimoche, antiguamente reproductor en la provincia, dejó de serlo y ahora sólo observamos individuos adultos en los periodos de paso y algunos inmaduros, que no han cruzado el Estrecho, en dispersión (hace unos días se vio el mismo/otro). Quién sabe si este ejemplar decide quedarse en nuestras sierras y una vez alcanzada la madurez retomar la presencia de la especie en época reproductora. Mientras tanto me conformaré con disfrutar con su silueta cada vez que me tope con alguno en nuestro campo.
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