Vamos con el objetivo del viaje a Cantabria de hace unos días. Subir a este paraíso cada invierno es ineludible pues allí podemos ver miles de aves de muchas especies, este año hasta 113, venidas del norte de Eurasia, del ártico o de Norteamérica a pasar los mese más fríos del Hemisferio Norte. Pero este año la estrella del invierno cántabro es una gaviota venida del lado opuesto, del Hemisferio Sur, donde se distribuye desde Sudamérica al sur de Australia y Nueva Zelanda y el sur del continente africano.
El 9 de diciembre, Gonzalo Pardo, descubrió un 2º invierno de gaviota cocinera (Larus dominicanus) en Santoña. El ave estuvo "desaparecida" unas semanas hasta que el 3 enero se relocalizó por parte de Álvaro Bustamante esta vez en el puerto de Laredo. Desde entonces se veía de manera continúa en este lugar y se puso en lo alto de la lista de especies a buscar en los tres días que pasamos.
El sábado 1 de febrero, tras ver la serreta chica de Lanchares, llegamos al puerto deportivo de Laredo en busca de la precios cocinera. Pero se hizo de rogar hasta el punto en que pensábamos que nos pasaba como a algunos amigos que el día anterior no la habían podido ver. Paseo desde el puerto, mirando los pantanales, hasta la playa y la bocana del puerto sin suerte. Vuelta en sentido contrario y nada. Decidimos separarnos den dos grupos e ir en dirección al espigón para ver si descubríamos a esta lárido llegado de tan lejos en lo que supone la 2ª cita de la especie en España.
Desde lo alto del espigón no se veía ninguna gaviota pero en una mirada a lo alto de unos pesqueros me dio la vuelta al corazón. Tumbada en una estructura , de tal manera que apenas se veía, estaba la cocinera. Tal era el nerviosismo por ver esta maravilla que no atinaba a llamar a los amigos que buscaban en otra parte del puerto. Una vez que ya estábamos todos pudimos disfrutar de ella de manera inmejorable. Y fue gracias a un pescador que estaba cerca de ella y que nos "ayudó" lanzando un pez al suelo para que bajase y pudiésemos verla en todo su esplendor
Así pudimos disfrutar de su potente cabeza y su ancho pico, lo que es diagnóstico de la especie, y sobre todo sus espectaculares patas azuladas. También vimos la anilla que nuestro amigo Gonzalo le puso para conocer mejor que hace esta preciosa gaviota de dorso gris oscuro y cabeza rayada.
Gracias por seguir el blog
Saludos Abulenses
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