La naturaleza nos llena de sonidos cuando podemos disfrutarla en tranquilidad. Muchos de esos sonidos son característicos de un lugar o de un momento del año. El invierno es uno de esos momentos en que muchas aves llenan los gélidos días con sus sonidos muchos de ellos llegados desde el lejano norte de Europa. Hay algunos muy reconocibles y que nos vienen a la mente cuando los días son cortos. pues el trompeteo de las Grullas Comunes (Grus grus) o el graznido de los Ánsares comunes (Anser anser) son la banda sonora de algunos humedales de la Meseta.
Hay algunos otros sonidos que pasan desapercibidos para la mayoría pero que a mi me siguen emocionando cuando los oigo con los últimos compases del otoño. Durante los meses más fríos llenan muchas de mis salidas, desde los prados de media montaña, a las riberas de ríos y arroyos; el entorno de los humedales e incluso los descampados cercanos a mi casa. Allí, entre la vegetación, se mueven con su figura estilizada y su larga cola antes de salir volando y emitir su inconfundible reclamo, momento en que descubro al Bisbita pratense (Anthus pratensis) antes de posarse de nuevo y pasar desapercibido con su críptico plumaje de tonos ocres.
El Bisbita pratenses es un paseriforme muy parecido en su silueta con las más reconocibles lavanderas pero de tonos marrones, grises y oliva en sus partes superiores y de un tono blanco manchado en las inferiores. Luce un moteado en el pecho y un dibujo facial característico menos marcado que en otros bisbitas. Se reproduce en el centro y norte de Europa migrando en los meses más fríos a nuestro territorio siendo común en nuestra provincia.
Mucho ánimo a tod@s
Gracias por seguir el blog
Saludos Abulenses
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