Como ya os comenté en la anterior entrada dos de las especies que podía bimbar en el viaje valenciano no nos esperaron y decidieron dejar los marjales sonde habían parado antes de que nosotros llegásemos a ambos. Pero el pajareo es maravilloso y siempre hay sorpresas que llegan caídas del cielo, nunca mejor dicho. Nuestro amigo Martín Rey nos avisó que en uno de los pocos puntos de agua que había en los alrededores de la Albufera, el Tancat d´Illa, había visto junto a Guillem dos hembras de polluela bastarda (Porzana parva). Era una especie que no habíamos visto nunca y se convirtió en el objetivo del día siguiente, a pesar de que daban lluvias desde primera hora.
Las polluelas son una de los los fantasmas de la vegetación palustre pues las encanta moverse escondidas entre los tallos de los carrizos y juncos para mostrarse en algunos momentos. De las tres especies habituales en la Península ya habíamos podido disfrutar de la pintoja en varias ocasiones pero las otras dos se nos resistían. Con la chica tengo pocas esperanzas por ahora pues es la más difícil de detectar pero la bastarda era una de esas especies que esperas encontrar en lugares como los marjales levantinos.
A primera hora estábamos en el Tancat revisando la zona donde se las había visto el día anterior. Apenas se movía alguna focha y gallineta pues comenzaba a chispear. Eneko se puso a buscar una buscarla unicolor (Locustella luscinioides) que cantaba en la espesura cuando un movimiento en la base de los tallos palustres me puso en alerta. No tardé en ver una precios hembra de parva que merodeaba en busca de alimento. Avisé a Eneko con el miedo de que volviese a desaparecer entre los carrizos pero nada más lejos de lo que pasó. Se mostró muy confiada mostrándose al descubierto sin reparar en que dos abulenses celebraban la observación con saltos y abrazos.
La polluela bastarda es un rálido poco conocido con zonas de reproducción muy localizadas en el centro y oeste europeo (la mayor parte lo hace en el este de Europa y Asia) siendo los pasos , principalmente el primaveral, donde se producen citas escasas en la Península debido a su dificultad para detectarla. Sus zonas de invernada están en el norte de África. En esta especie existe un marcado dimorfismo sexual con los machos de color gris azulado y las hembra de color pálido.
Las fotos, debido a las condiciones, no hacen honor al momento que vivimos.
Gracias por seguir el blog
Saludos abulenses
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