Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

lunes, 24 de junio de 2024

UNOS OJAZOS ENRE LAS RAMAS

 Hay momentos en que mientras paseas por el campo te sientes observado. Notas como unos grandes ojos te miran entre las ramas de los árboles. La sensación te hace mirar hacia el sitio donde crees que está el vigilante para descubrir que esos ojos pertenecen a una de las rapaces nocturnas más habituales de la avifauna ibérica. En dos ocasiones nos ha pasado esto recientemente. 

Una de ellas le pasó a Eneko hace un par de semanas. Mientras disfrutaba de una jornada de anillamiento con nuestros amigos en la laguna de El Oso sintió la sensación en los tarays que rodean la lagunilla interpretativa del humedal. Miró hacia allá y vio un  búho chico (Asio otus) posado en las ramas mirando fijamente con sus ojos naranjas al niño que , embobado, no quitaba la mirada. Unos días antes ya lo habíamos visto volar en la zona pero hasta ese día no lo vieron posado y pudieron disfrutar de este búho de tamaño mediano con unos preciosos penachos. 






Unas semana antes los ojos que nos miraban eran los de dos bonitos jóvenes del año de la misma especie. En esta ocasión fueron unos amigos, Olga y Ramón, los que nos habían avisado de que había dos búhos en un árbol de su finca. No tardamos en ir a buscar a estas dos bolitas emplumadas que descubrimos en las ramas de uno de los árboles de la parcela. Nos miraban atónitos tratando de pasar desapercibidos  mientras nosotros, a una distancia adecuada, los disfrutábamos.





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jueves, 13 de junio de 2024

ESCONDIDAS ENTRE LOS ARBUSTOS

La primavera y el verano, además de momento de otras muchas especies, es momento de revisar los arbustos en busca de una de las familias más escurridizas y escondidizas de nuestra avifauna. Tras volver de su largo viaje al África subsahariana se instalan a las espinosas ramas de los rosales silvestres,  escaramujos o encinares de las laderas de media montaña abulense. En esta ocasión vamos a disfrutar de tres de estas bonitas viajeras: las currucas. Y lo haremos gracias a las fotos de Eneko.

La primera de ellas es una de las más agradecidas pues no duda en posarse en las ramas más altas para cantar mientras muestra su bonita garganta blanca (que le da el nombre en inglés). Llama la atención su cabeza grisácea y la coloración pardo-anaranjada en las partes superiores. La curruca zarcera (Curruca communis) es un habitante típico de hábitat de mosaico con zonas arbustivas y prados típicos de muchas sierras abulenses. 





La siguiente es la más grande de nuestras currucas y es un habitante muy típico de las zonas mediterráneas. Su canto es muy característico con un enorme parecido a del mirlo común y de ahí esa semejanza en el nombre. La curruca mirlona occidental (Curruca hortensis) luce una caperuza negra y un precioso ojo de iris amarillo sobre unos tonos grises y blancos del cuerpo. Al volar luce unas blancas rectrices negras antes de esconderse en los matorrales. Eneko anduvo detrás de varias de ellas y disfrutó de lo lindo tratando de pillarlas así de bien.










La última de ellas es una  de las tres especies que no hace mucho fue  separada como especie de lo que antes era la curruca carrasqueña. Pasó de ser una de las 5 subespecies de ella para ser una de las tres especies resultantes (la carrasqueña oriental y la subalpina son las otras). La curruca carrasqueña occidental (Curruca iberiae) llama la atención por los tonos rojizos de sus partes inferiores, el gris de  las superiores,  su bigotera blanca y su anillo ocular rojo. Es un habitante típico de las zonas mediterráneas donde abunda en jarales, brezales o encinares. 






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jueves, 6 de junio de 2024

LAS PRECIOSAS CARRACAS

Hace unos días Eneko descubrió uno de esos lugares imprescindibles del pajareo ibérico. Aprovechando que yo tenía un día de fiesta preparamos una salida al Parque Nacional de Mofragüe para disfrutar de las maravillas que hay allí en primavera a la que Juanra nos acompañó. El día fue excepcional en ese paraíso para muchas de las aves mediterráneas pero eso ya os lo contaré. Ahora voy con una parada que hicimos de regreso a Ávila, en la provincia de Toledo para ver un ave de las más bellas que podemos ver en nuestro territorio (una pena que en Ávila su reproducción solo sea un recuerdo).

No muy lejos de la parte abulense del Valle del Tiétar hay algunas parejas de carraca (Coracias garrulus) criando en una zona de cultivos atravesados por un tendido eléctrico donde se han instalado una cajas nidos para la especie que han sido muy bien acogidas por varias parejas de este bello ave migrador de un intenso color azul solo roto por el marrón de su dorso. Es una de las especies que has sufrido un fuerte declive debido a la pérdida de hábitat por le cambio de los usos del suelo y por el uso de insecticidas que acaban con su principal aporte alimentario. No en vano en nuestra región ha desaparecido como reproductor y yo aún me acuerdo los años donde veía una pareja en el entorno de Cabezas del Villar allá por 2013-14 que ya solo es eso, un recuerdo.

Nada más llegar a la zona detectamos dos parejas de este bello viajero que regresa de sus cuarteles de invernada en la parte tropical de África a mediados de mayo para iniciar una nueva época reproductora. Se mantenían posadas en los tendidos eléctricos oteando una parcela donde un tractor levantaba los insectos a por los que se lanzaba para volver a lo alto. Tuvimos suerte y vimos como se producía el intercambio de alimento entre los dos miembros de una pareja antes de que una de ellas se posase relativamente cerca y con buena luz, momento en que disfrutamos muchísimo de ella. 

Fue un momento mágico pues disfrutamos de esa especie de la que no podemos disfrutar muy a menudo.








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