Julio es el mes de los charrancitos comunes (Sternula albifrons) en la provincia abulense. Y lo es en el sitio de referencia para este pequeño estérnido de pico amarillo y capirote negro: el embalse del Rosarito, en Candeleda. Hace ya un mes, al inicio de julio, ya se vieron algunos ejemplares en su sitio habitual (César San segundo) pero es el final de este mes cuando los números de estos pequeñines se disparan. Un día antes de que fuésemos nosotros ya superaban el centenar (Miguel Martín y Luis Jesús Martín) y el primer día de agosto pudimos disfrutar de un número tan excepcional como 120 individuos.
Fuimos a la zona donde se les ve cada verano, llegados de algún lugar donde cría (en la parte abulense no lo hacen) y nos dispusimos a disfrutar de ellos. Vimos algunos de ellos volando y lanzándose en picado a por los pececillos de los que se alimentan. Pero el número más espectacular descansaban sobre las piedra de la orilla. Allí cogían fuerza para seguir pescando mientras nos hacían más fácil observar sus características. En algún momento, y al paso de algún milano negro, levantaban el vuelo todos juntos y se movían al unísono antes de volver a posarse de nuevo. Fue en momentos de descanso cuando pudimos contar ese extraordinario número.
Pudimos maravillarnos con los lances de pesca de estos viajeros que crían en colonias en orillas de lagos y lagunas de Eurasia, África u Oceanía, mientras que el invierno lo pasan en el sur de la Península o en el continente africano. Suele aparecer en zonas costeras aunque hay lugares de interior donde son habituales como es este embalse del sur abulense. En Rosarito se los números son excepcionales además de ser el mejor punto de la región donde observarlos.
Gracias por seguir el blog
Saludos abulenses
Gracias por compartir tus experiencias campestres.
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