Ya entrados en al nueva normalidad (esperemos que seamos lo suficientemente responsables para no recaer) una de las primeras visitas que tenía que hacer era a algún humedal de los que no he podido disfrutar durante el paso prenupcial. Ahora mismo en las zonas húmedas no hay el movimiento de otras épocas pero para compensar podemos ver a muchas aves que crían en ellos y si tenemos suerte, podemos descubrir a los jóvenes que este año han nacido en nuestra provincia.
Hace unos días Juanra y yo pudios pasarnos por la laguna de El Oso para ver, con alegría, que este año se han reproducido en el humedal además de la pareja de Tarro Blanco (Tadorna tadorna), alguna pareja de Ánade Friso (Spatula strepera), las Cigüeñuelas Comunes (Himantopus himantopus) y las Avefrías Comunes (Vanellus vanellus). También se ha confirmado (aunque no lo vimos) la reproducción de Cuchara Europeo (Spatula clypeata) y del Ánsar Común (Anser anser).
Tras echar un buen rato en la laguna nos fuimos a ver uno de los pocos puntos abulenses donde podemos ver a los Carriceros Tordales (Acrocephalus arundinaceus) en la época estival. Este ruidoso habitante de la vegetación palustre, de tonos marrones y con una marcada ceja blanca, es habitual en puntos concretos de nuestras zonas húmedas como el río Tiétar, el río Alberche o éstas graveras de la La Moraña donde pudimos disfrutar de al menos cuatro ejemplares que se movían entre los juncos y las ramas de los árboles que cubren las diversas lagunas de la antigua explotación minera.








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