Una vez publicado el anuario abulense, que me ha ocupado los últimos tiempos al ordenador voy a sacar de la bandeja de espera todo lo que tengo esperando de las primeras salidas del año 2021 y la última del pasado. Ahora además estamos inmersos en los censos de aves invernantes (milano real, aguilucho lagunero, acuáticas, etc) así que campo no ha faltado. En esta ocasión os voy a contar una salida que hicimos en familia uno de los últimos días del recordado año 2020 a las lagunas de Villafáfila.
Y hablar de Villafáfila es (o al menos era) hablar de gansos. Más bien lo era y al paso que vamos, observar los hasta hace nada numerosos Ánsares comunes (Anser anser) va a ser un bonito recuerdo que no volveremos a ver. Y es que aún recuerdo llegar a la Reserva zamorana y no dejar de ver bandos de gansos alimentándose en cada campo que mirábamos, además de disfrutar de la entrada de los miles de ellos (llegaron a ser cerca de 40.000) a la caída de la noche. El declive de la especie en la Península durante la invernada viene de la mano del aumento enorme de ejemplares en países más al norte como Holanda, donde el caso es el contrario. Este invierno los ánsares comunes apenas rondan los mil en Villafáfila y los campos parecen vacíos, sólo salpicados por los grupos de Avutardas comunes (Otis tarda).
Aún así Villafáfila siempre es muy agradecida y disfrutamos mucho de ese día. Y el objetivo estaba claro, Eneko quería ver las Barnaclas cariblancas que están pasando los meses fríos en este rincón zamorano. Nos pusimos manos a la obra en los sitios donde están aquerenciados los dos grupos de ánsares comunes. En Barillos vimos el primero de ellos. Uno por uno no logramos ver a las preciosas cariblancas aunque lo que si que vimos fueron 7 Ánsares caretos (Anser albifrons)(5 adultos y 2 juveniles). Disfrutamos mucho de ellos aunque la luz de la mañana no era la más propicia.
Nos quedaba mirar en la Salina Grande. Desde Otero de Sariegos vimos el otro grupo de Ánsares. Coman en la orilla contraria, entre la vegetación . En un momento vimos como de la vegetación salían dos gansos de plumaje gris y negro nadando hacía una isleta. Allí estaban, pero Eneko no lo confirmó hasta que no giraron la cabeza y pudimos ver su nívea cara que les da nombre. Se metieron en la vegetación unos segundos después. Sabíamos donde estaban pero no las veíamos por la vegetación. Decidimos acercarnos a la balsa de decantación de la depuradora y desde allí pudimos verlas a placer hasta que decidimos marchar.
La Barnacla Cariblanca es un ganso de tamaño menor que el común con el cuerpo negro, gris y blanco, el cuello y píleo negro luciendo una cara blanca. Se reproduce en el norte de Europa mientras que en invernada se observa en latitudes más meridionales. En nuestro país es regular en esta época aunque en números bajos siendo Villafáfila o la Nava lugares donde observarla. Disfrutadla ahora vosotr@s como hizo Eneko.
Ánsar Careto Grande adulto |
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