Hoy, coincidiendo con el Día Mundial de esta familia apodidae, vamos a rendir un merecido y necesario homenaje a unos portentos de la naturaleza que les ha hecho tener unas características evolutivas que les lleva a volar durante toda su vida de manera incansable. Los Vencejos son una aves con una silueta inconfundible de alas largas y puntiagudas que asemejan a un boomerang y cuerpo en forma de proyectil que le hace ser una máquina aerodinámica perfecta que necesita para estar volando sin podarse durante 10 meses al año. Una de las curiosidades más llamativa de ellos es que solo se posan para criar , durmiendo en el aire fuera de dicha época, y de ahí que posean unas patas tan cortas que les impide emprender el vuelo desde el suelo.
Los vencejos son aves migradoras que recorren grandes distancias entre los lugares de cría en latitudes como las nuestras y sus cuarteles de invernada en zonas del sur de África llegando a recorrer mas de 15.000 Km a lo largo del año (solo entre ambas zonas) y alcanzando grandes distancias. Uno de los aspectos más importantes de estas aves es lo beneficioso que resultan para nosotros ya que son unos incansables comedores de insectos llegando a comerse cada individuo alrededor de 60 Kg de ellos al año.
En España podemos ver un total de 6 especies de Apus de los cuales 4 se han citado en nuestra provincia (no contamos con el recientemente colonizador Vencejo moro y el canario Vencejo unicolor). Vamos a conocer a este póker de voladores.
El primero de ellos es el más habitual de los cuatro, viéndose en cualquier punto del cielo abulense con lugares espectaculares para disfrutar de ellos como las murallas de al capital al atardecer. El Vencejo común (Apus apus) es el más oscuro de todos en su conjunto ya que su plumaje es negro por completo con excepción de una pequeña mancha gular (garganta) pálida.
Un poco más tempranero en llegar y más tardío en llegar a nuestros pueblos y ciudades es el segundo de ellos. El Vencejo pálido (Apus pallidus) es un habitantes de las zonas más meridionales de la Península siendo los valles del Tietar, Alberche y Corneja las mejores zonas abulenses para verlo. Aunque puede confundirse con el común sus tonos más pálidos y escamado (debido alas puntas blancas de sus plumas corporales), sus alas más redondeadas y su mancha gular extensa lo diferencian de su primo. Todo ello será definitivo si escuchamos su bisilábico chillidos.
El tercero es el más grande de los nuestros. Además va a ser el mas fácil de identificar pues rompe con esa uniformidad de tonos en el plumaje. El Vencejo real (Apus melba) es un robusto vencejo en el que destacan sobre el negro la tripa y la garganta blancas con un collar entre ellas. Es un habitante habitual de los cortados y roquedos mediterráneos. En la provincia se observa fundamentalmente en los pasos migratorios siendo el inicio del postnupcial (finales de agosto y septiembre) un gran momento para buscarlo en los enormes bandos de comunes que vuelan formando una nube de veloces torpedos.
Mucho ánimo a tod@s
Gracias por seguir el blog
Saludos Abulenses
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