Hay especies que se nos van, que van directas al abismo en nuestra Comunidad y en la Península; y sin embargo no ocupan portadas ni aglutinan grandes esfuerzos por revertir esa tendencia. En esa encrucijada están muchas de las aves ligadas a los medios esteparios. Sisones, aguiluchos, alcaravanes o cernícalos primillas son aves cuya tendencia es claramente descendente ya que han visto como los cambios en el uso del campo ha cambiado muchos de sus hábitat haciendo que sus poblaciones se resientan.
La protagonista de hoy es una de esas aves que tiene un declive muy importante en nuestro territorio. En Ávila desapareció como reproductora hace ya unos años y las observaciones que hay es de algunos ejemplares aislados o pequeños grupos que no se mantienen en el tiempo. Además también en Castilla y León la situación de la ganga ibérica (Pterocles alchata) es crítica con una pequeña población reproductora.
Este pteroclido, de canto característico, tiene sus áreas de cría en estepas del norte de África, de Oriente Medio, en la Península Ibérica y una pequeña población en Francia. En nuestro territorio estas gangas se distribuyen entre la Meseta, el valle del Ebro y la Mancha. En estos lugares luce su precioso plumaje en el ambos sexos son de colores parecidos pero el de los machos es más intenso y el de las hembras es más tenue y apagado. El macho luce una preciosa cara de color naranja, collar negro y el pecho de un rojo intenso limitado por dos bandas negras. La hembra tiene los mismo colores pero más pálidos y ambos lucen una llamativa tripa blanca que las delata cuando se separan del suelo para volar y posarse en los campos agachándose para tratar de pasar desapercibidas.
En invierno se reúnen en grupo, que antes llegaban a varias centenas en algunos puntos de la geografía ibérica , y precisamente uno de esos grupos es el que fuimos a buscar Eneko y yo el pasado lunes aprovechando que los carnavales nos daban un par de días de relax. Para ello fuimos a una zona con el hábitat adecuado para ver si Eneko bimbaba la especie. y fue llegar y disfrutar de ellas de una manera espectacular pues un grupo de 13 ejemplares descansaban en un campo cercano al camino. Se mantuvieron tranquilas mientras nosotros (desde una distancia prudencial) nos deleitábamos con ese precioso plumaje que os he contado. Pasado un largo rato se movieron a un campo cercano y eso nos permitió prospectar otros puntos donde pudimos ver un grupito de 4 machos y una pareja que estaban difíciles de ver pues se agachaban para pasar inadvertidas.
No quisimos ser molestia para ellas y nos marchamos de allí con una gran alegría de poder disfrutar de esa observación juntos y Eneko además de por poder sumar la especie a las observadas por poder ver también por primera vez a las palomas zuritas que por allí se movían.
Gracias por seguir el blog
Saludos abulenses
Enhorabuena por la observación, gracias por compartir.
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