Como les estoy contando a mis alumnos y alumnas estos días cada una de las aves tiene un pico adaptado a sus requerimientos de alimentación. Y están entendiendo como cada uno de los picos sirve, como nuestros cubiertos, para conseguir la comida que necesitan. Y el caso de la especie que vamos ver hoy esto se observa de una manera excepcional. Tan excepcional como es el propio pajarillo, habitante de los pinares montanos de la Península y Baleares donde tiñe sus ramas y acículas con el rojo de los machos y el verde de las hembras.
El piquituerto común (Loxia curvirostra) es un paseriforme asociado a los pinos donde vive y de los que se alimenta cogiendo los piñones con su particular pico. La característica del mismo y que le da nombre, es que sus mandíbulas superior e inferior no coinciden con el pico cerrado sino que están desviadas cada una para un lado lo que le da un pico "torcido" que llama la atención. Y es que no existe herramienta más fiable a la hora de entrar en las piñas para abrir el hueco donde se aloja el preciado piñón del que se alimenta.
Pero ahí no se queda la excepcionalidad de este pajarillo sino que su reproducción también lo es. Es un reproductor oportunista que aprovecha cualquier momento en que los recursos están a su alcance para preparar el nido y ponerse a la tarea de sacar adelante a los pollos por lo que es una ave que puede criar en cualquier momento pudiendo verse aves criando en pleno invierno aunque si no hay condiciones excepcionales es a finales de febrero y principios de marzo cuando empiezan a hacer el nido con ramas, musgos, líquenes y plumas donde criar una nueva generación de pequeñines de pico extraordinario.
A estos los vimos en los pinos de la Sierra de Guadarrama, en la vecina Segovia mientras disfrutábamos de un día familiar entre los rectos y anaranjados troncos que tapizan esta rincón de las montañas cercanas a Valsaín.
Gracias por seguir el blog
Saludos Abulenses
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