Hay sueños pajareros que se cumplen por la conjunción de factores y hace unos días lugar, ave "imposible" y momento se han unido . Hay especies que vemos en las guías y pensamos que del papel no van a salir ya que es muy improbable que puedas tenerlas en el objetivo de los prismáticos o telescopio. Vamos con esta maravilla.
Este pasado fin de semana hemos pasado unos días Eli, Eneko y yo en el Delta del Ebro para disfrutar de la feria pajarera por excelencia, El Delta Birding Festival, en la que además de coincidir con muchos amigos, de disfrutar de un lugar como ese y de multitud de aves, Eneko ha vivido la experiencia inolvidable de dar una charla sobre el trabajo que hace en la Campaña de Conservación de los aguiluchos.
Cuando en febrero de 2022 apareció una avefría coliblanca (Vanellus leucurus) el el Delta del Ebro ese limícola asiático que solo veía en la guía se hizo un poco más real al aparecer en la Península. Estaba lejos para ir a twichearla pero el sueño de poder ver esta especie que cría en la zona de Asia comprendida entre Turquía Siria y el centro del continente vecino. El pasado mayo de nuevo apareció un ejemplar en el Delta del Llobregat con lo que de nuevo esta especie trató de salir del papel.
Y llegamos a hace unos días. A mediados del mes de agosto localizaron de nuevo un ejemplar en el Delta del Ebro y rápido me vino a la cabeza que solo un mes después íbamos a este paraíso tarraconense. Desde ese momento cada día Eneko y yo mirábamos si seguía esta maravilla y día día veíamos que se había aquerenciado a un lugar en concreto. Y llegó el día. El pasado viernes a primera hora estábamos 7 amigos abulenses en la Catxa en busca de la protagonista del momento pero no tuvimos suerte con ella. Había cientos de limícolas pero ella no estaba.
A media mañana, siguiendo consejos de amigos dela zona, regresamos a las parcelas encharcadas y nada más llegar la avefría coliblanca salió de las páginas de la guía y se puso en una barra de arena. Tumbada tras un matorral veíamos un enorme ojo que nos vigilaba pero aparte de la cabeza no se veía nada. El tiempo se paró cuando decidió levantarse y ahora si, estábamos ante una auténtica maravilla llegada del lejano oriente.
Gracias por seguir el blog
Saludos abulenses
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