La noche del sábado al domingo se palpaba la locura. Llevaba unos días pensando en vivir una experiencia única y brutal en tierras asturianas. Desde el día 8 de este mes la comunidad pajarera de la Península estábamos excitados por al bombazo que hasta tierras cántabras asturianas nos ha traído este fin del otoño. Ese día pareció un búho nival (Bubo scandiacus) en la Virgen del Mar (Santander) que recogieron desnutrido y a los pocos días murió. Unos días después fotografiaron une hembra volando por Cabo de Peñas y un día después de éste se vio un macho joven de nuevo en el entorno de este Cabo asturiano. Con estas tres observaciones la hipótesis que desde el mundo ornitológico es que han llegado hasta aquí, muy lejos de sus zonas de invernada en el norte de Europa (los ejemplares del la zona ártica euroasiática) o en Estados Unidos y Canadá( los del ártico americano), asistidos en un barco que se encontraron en su migración.
El fin de semana pasado no pudimos subir y éste pasado había alguna cosa que lo hacía difícil pero el domingo me levanté con la idea en la cabeza. Y cunado algo así se me mete entre ceja y ceja es complicado sacarlo. Tras comentarlo con Juanra, decidimos ir a por el Twich nival. Llegamos a las 13:00 al cabo y al saliente donde se le llevaba viendo unos días y manos a la obra junto a un buen puñado de pajareros venidos de lejos (nos unimos a un grupo de barceloneses). Pero no era el día (además de ser un día desapacible por la lluvia) y no se vio en todos el día. Nos movimos en algunos momentos para buscar por otras zonas y tratar así de relocalizar al más famoso de los pájaros ibéricos en estos momentos pero no pudo ser así y todos nos retiramos con la desilusión en el cuerpo.
Pero las aves nunca defraudan y en las 4 horas que estuvimos por allí disfrutamos mucho de algunas otras aves. Un momento muy bonito fue cuando vimos como, cerca del edificio de telefónica, se posaba el grupo de Chorlito dorado europeo (Pluvialis apricaria) en el que contamos 46 ejemplares. Tras buscar un sitio para verlos (y tener que subir a Eneko a hombros para salvar la vegetación) estuvimos buen rato con estos viajeros de plumaje de oro.
Mucho ánimo a tod@s
Gracias por seguir el blog
Saludos Abulenses
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