Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

ESCRIBANO LAPÓN EN CABO DE PEÑAS

 Ya os contamos la locura que hicimos el domingo por tratar de ver el búho nival sin recompensa. Pero no volvimos con los ojos vacíos pues tras la desilusión de no ver al scandiacus nos la cambió un pequeño pajarillo venido del ártico. Sobre todo le alegró la tarde, y el viaje, a Eneko pues para el fue un bimbo. Escuchar salir de su boca "papá, con el lapón y con este sitio tan bonito ya ha merecido la pena el viaje a Cabo de Peñas" me alegró a mi la tarde tras la paliza que nos pegamos. 

El responsable de ello fue localizado hace unos días en la zona del Cabo donde ha estado el búho sedimentado unos días. Sabíamos que por allí estaba, pero fue gracias a unos pajareros catalanes con los que coincidimos en la búsqueda del deseado que supimos por donde se movía el pajarillo. En un descanso a los ojos en el control del saliente más observado nos acercamos a la zona donde se veía el escribano. En una primera pasada no lo relocalizamos pero cuando volvíamos del coche, de calentarnos un poco para secarnos, salió volando a nuestro paso para posarse entre la vegetación. Eneko se acercó un poco y nos señaló donde estaba, ya al descubierto, y allí pudimos disfrutarlo a placer pues era un ejemplar muy confiado y apenas se molestaba con nuestra presencia. 

Cuando ya desistimos del nival, y ya la tarde llegaba a su fin, volvimos a verlo ya de camino al coche. Hasta tal punto fue su predisposición a dejarse ver que se plantó en mitad del camino y allí le dejamos, con varios observadores a una distancia respetuosa mientras nosotros tuvimos que rodearlo para no molestarlo. 

El Escribano lapón (Calcarius lapponicus) es un pajarillo que en invierno luce un pico corto y amarillento con la punta negra, una línea pálida en lo alto el píleo, un dibujo facial precioso (con una especie de C que recorre las auriculares), un ancho panel castaño en las alas bordeado por dos franjas blancas, el obispillo pardo-grisáceo con estrías y la nuca de color castaño. Es un viajero que cría en el ártico escandinavo y ruso (Además de Norteamérica y Groenlandia) y que migra a zonas del centro de Europa en invierno legando alguno ejemplares a la costa cantábrica (regularmente pero en números bajos).

Ahora os dejo cone l responsable de que el bajón inicial del viaje cambiase y regresásemos a casa  con una sonrisa en la cara.












Mucho ánimo a tod@s

Gracias por seguir el blog

Saludos Abulenses

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