Os he hablado muchísimas veces de la laguna de El Oso, un paraíso abulense que nos da alegrías ornitológicas constantes. Siempre os he contado cosas buenas, muy buenas o excepcionales de este humedal como las impresionantes entradas de las grullas en los atardeceres otoñales, los cientos de anátidas que nadan en sus aguas en invierno, los vuelos de las Águilas Imperiales Ibéricas sobre los pinares cercanos, las decenas de especies de limícolas que lo visitan en los pasos migratorios o el movimiento de pechiazules o escribanos palustres entre la vegetación palustre. Pero esta vez toca hablar de algo poco agradable.
Hace unas semanas en el lejano Valle de Jule, en Israel, apareció un brote e gripe aviar que acabó con varios miles de grullas (se habla de 7.000). Con el movimiento de las aves en esta época era previsible que este brote llegase a la Península. Y saltó hace un par de semanas en el Valle del Segre, en Lleida, donde murieron 4 cisnes y una cigüeña blanca. El 31 de diciembre se observó en la laguna de El Oso el cadáver de un ánsar común que ya puso en sobreaviso a los pajareros abulenses, algo que se fue complicando con la aparición de varias aves más (algunos ánsares comunes más , una grulla y una garza).
Por desgracias se ha confirmado el brote de gripe aviar (H5N1) de alta patogenicidad que afecta a las aves silvestres. En gran medida se ha podido seguir el avance del mismo y sus consecuencias por las emisiones de las cámaras de la laguna (publicadas en el canal de youtube Directo Natura), donde se han visto comportamientos extraños de ejemplares enfermos e incluso la muerte de algunos de ellos. Y todo ello lo he podido ver in situ, pues en una visita de hace unos días vi algún cadáver y algún ejemplar con comportamientos raros que hace pensar que tendremos más bajas en estos viajeros del norte de Europa.
Ante ello, desde aquí, quiero recomendar mucha precaución en el contacto con las aves evitando manipular o tocar aquellas que parezcan enfermas o con comportamientos extraños. También informo de que se ha de llamar a alas autoridades en el caso de ver algún ave con indicios de estar enferma.
Espero que la situación no se agrave mucho y que las aves puedan salvar esta situación y que la laguna de El Oso siga siendo ese paraíso que tanto nos emociona. Así que vamos a terminar con unas imágenes de algunos bandos de los más sensibles a esta enfermedad.
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