Días de falaropos picogruesos (Phalaropus fulicarius). Así podemos decir que ha sido esta última semana para nosotros. Y es que esta especie que hace unos meses inicio su viaje desde el ártico hacia el sur y oeste de África se ha dejado ver en la Meseta. Y no una, sino dos han sido las observaciones que hemos tenido con este limícola pequeñín de apenas media kilo de peso que tiene un comportamiento muy especial cuando nada en círculos en busca de insectos que comer.
El pasado sábado, en nuestro viaje a Villafáfila para ver el bairdii pudimos verlo para que Eneko lo bimbase (yo había tenido la suerte de verlo en Ávila hace unos años) aunque fue una observación muy lejana, de las que no le gusta sumarse pues le gusta verlo y disfrutarlo bien. Ese ejemplar, que aparecía y desaparecía a ojos de todos los que pasaban por el paraíso zamorano, nadaba al lado contrario de nosotros en la Salina Grande (con lo que ello conlleva) y aunque fuimos en su busca a la balsa de decantación no dimos con él.
Por eso cuando el pasado miércoles citaron otro ejemplar en las lagunas de Villagonzalo de Coca no dudamos y el jueves por la tarde salimos para aprovechar lo poco que da de sí el día y tratar de ver a este precioso viajero. La suerte nos sonrió pues de las dos lagunas que hay en el lugar solo una estaba con agua y no mucha por lo que no había mucho donde buscar. Además al llegar nos vimos con dos amigos que estaban a lo mismo que nosotros y así pudimos localizar al falaropo en la orilla de la laguna de la Iglesia mientras hablábamos con Víctor y Nacho de ello. No paraba de moverse caminando por la arena unos segundos y entrando en el agua para nadar y darle a ese movimiento nervioso que les caracteriza. Lo vimos a placer y disfrutamos muchísimo de él antes de dejarle allí cuando el sol ya se despedía del día, lo mismo que hicimos nosotros con el fulicarius.
El falaropo picogrueso cría en las zonas árticas de América y Eurasia y pasa el invierno en zonas de altamar del Índico, el Atlántico y el Pacífico donde se alimenta de invertebrados. Es una especie que tiene como peculiaridad su característico dimorfismo, típico ce todos los falaroporos y es que son las hembras las que lucen el plumaje más vistoso en época de reproducción y son los machos los que se encargan de la incubación y cuidado de los pollos.
Gracias por seguir el blog
Saludos Abulenses
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