Una ventana abierta a la naturaleza a través de los ojos de lo me apasiona: las Aves.

jueves, 5 de septiembre de 2024

UN PRECIOSO BUITRE MOTEADO ADULTO GADITANO

Con un día de retraso voy a celebrar el día de los buitres con el quinto de los buitres de la Península Ibérica. Hasta hace no mucho 4 eran los buitres que poblaban el territorio en el que vivimos con el pequeño buitre sabio (Alimoche común), el sorprendente quebrantahuesos, el común buitre leonado y el gigante buitre negro. Pero desde hace algunos años hay una quinta especie que se observa en los cielos que que vemos al mirar hacia arriba (e incluso una sexta con el dorsiblanco africano que lleva un par de años moviéndose por la Pneínsula).

Los viajes dispersivos que hacen los jóvenes de buitre leonado les llevan a cruzar el Estrecho de Gibraltar para pasar un par de años en territorio africano donde se juntan con algunas especies de ese continente, entre ellos el buitre moteado o de Rüpell (Gyps rueppelli) En su vuelta a la Península, de nuevo cruzando el Estrecho hay algunos moteados inmaduros que se mezclan en esos grupos y pasan a Iberia. En la zona del campo de Gibraltar son habituales las observaciones de inmaduros de Rüpell y en momentos puntuales eligen latitudes más septentrionales y llegan a puntos de la Meseta como las dos citas que hay en Ávila: en Serrota y La Moraña.

Cuando ya han campeado por "nuestros" cielos vuelven a cruzar a África. Las observaciones de inmaduros son conflictivas pues se parecen bastante a los leonados diferenciándose en el color de cara y cuello, el plumaje más oscuro (sin diferencia entre plumas de vuelo y cobertoras), una marca patagial blanca muy marcada y un menor tamaño. Pero hace un par de años saltó la sorpresa y se observó un adulto en una colonia de leonados en Málaga, (El Chorro) donde este mismo año ha criado en una pareja mixta con un leonado. Desde hace unos meses se observaba un adulto de esta especie cerca de la playa de Bolonia y se convirtió en uno de los dos objetivos del viaje con el fin de que Eneko lo bimbase.

A la caída de la tarde y tras un baño en esa preciosa playa nos acercamos los cuatro a la pared donde entraba a dormir este buitre que vive en una banda de la zona central de África, desde Senegal hasta Kenya y Tanzania. Allí había una centena de buitres y nos pusimos a ello. No tardamos mucho en ver el plumaje más oscuro donde destacaban los bordes claros de las plumas, lo que le da ese moteado tan característico.  Descansaba de espaldas pero como si supiésemos que deseábamos verlo de lado se colocó para que lo pudiésemos disfrutar. 

Fue un momento excepcional no solo por la observación sino porque Eli y Elia también lo disfrutaron con nosotros. Agradecemos a Nacho y Alejandro su ayuda para poder buscar a este buitre africano, el quinto de ellos.









Gracias por seguir el blog

Saludos abulenses

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