Hoy voy con dos emblemas de la provincia abulense. Una de ellas es un ave espectacular y la otra la zona donde vive. Como ya os conté hace unos días estamos en la época donde los machos de Avutarda (Otis tarda), el gigante entre las aves de la Península, se engalanan con sus mejores trajes y muestran sus mejores bailes. Y La Moraña es el lugar de la provincia donde podemos descubrir alguno de los leks donde esto sucede. En estos lugares es donde los machos realizan el cortejo para tratar de convencer a las hembras que hasta allí se acercan para que los elijan para sacar adelante a los nidífugos pollos de estas pesadas aves.
Ayer por la mañana, mientras buscábamos aguiluchos cenizos por una zona de esta comarca abulense vimos uno de estos lek con al menos 3 machos en lo alto de la loma y 7 hembras que descansaban en el campo de cereal donde las vimos. Mientras las veía pensaba en lo maltratada que es esta zona norte de la provincia sobre la que se ciernen algunas agresiones como las tan dañinas macrogranjas que se han popularizado en tierras castellanas. También sobre ella se tiene prevista (parecía haber pasado pero no hace mucho se retomó) una carretera a mi modo de ver inútil (para ganar unos míseros minutos entre Ávila y la A6). No se escapa tampoco del uso de venenos pues de vez en cuando salen a la luz episodios de muertes de aves por este factor. Lo mismo pasa con muchos tendidos eléctricos (menos mal que cada vez son menos) que acaban con aves tan maravillosas como las Águilas Imperiales Ibéricas.
Mientras todo ello revolotea en el aire a mi me produce unas sensaciones inexplicables ver a las enormes Avutardas en estas tierras tan bonitas cuando llega la primavera. Disfrutad vosotr@s de ellas.
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