Hemos pasado unos días desconectados de nuestra rutina (por fin, después de muchos meses) en tierras salmantinas. Hasta la Sierra de Francia nos hemos ido a descansar de colegios y alumnos y La Alberca nos ha acogido maravillosamente. Ayer volvimos a Ávila a mediodía y por la tarde ya estábamos de nuevo a pajarear (en Las Batuecas algo hemos durante las rutas prehistóricas) en la laguna de El Oso. El día estaba nublado y en momentos lluvioso, y eso en los pasos puede dar alguna sorpresa.
En mi cabeza estaba una familia de aves que estos días tienen los mejores momentos del paso prenupcial y que se estaban dejando ver por varios sitios de la geografía ibérica, la propia laguna incluida unos días atrás. Cuando llegamos, y saludamos a Chema, el presagio se cumplió, para alegría de Eneko. En el centro del humedal, luchando con el viento estaba un Fumarel Común (Chlidonias niger) que se movía en busca de insectos. En el poco tiempo que estuvimos (alrededor de una hora) no paró de moverse en la zona más visible de la laguna antes de, cuando ya nos marchábamos, posarse en la orilla de la laguna a descansar y acicalarse.
El Fumarel común es un estérnido que en primavera luce un precioso cuerpo de tonos negros que contrasta con el gris de sus alas y de su obispillo, colores que pierde en invierno cambiándolo por el blanco con algunas partes negras. Son aves que, en la Península, crían de manera puntual en algunos humedales del sur y el este , que en otoño migra a sus cuarteles de invernada en África (llegando a Sudáfrica). En primavera regresan a sus zonas de cría (en zonas del norte y centro de Europa principalmente) y es cuando podemos verlo por la provincia abulense de manera puntal y en pequeño número (excepto hace dos años con 18 aves en Cogotas) .
Mucho ánimo a tod@s
Gracias por seguir el blog
Saludos Abulenses
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