Vamos con las más grandes de nuestras aves. Es una suerte poder disfrutar de los enormes buitres sobre nosotros en la mayoría de nuestras salidas al campo. Estos días los he podido disfrutar mientras paseaba en el entorno de nuestra casa, mientras estoy con mis alumnos a la ribera del Adaja, mientras buscábamos aguiluchos cenizos por la Moraña o en la ruta familiar por el cara sur del Pico Zapatero.
En los cielos abulenses, que estos días se tiñen de azul, blanco o negro a lo largo del día, podemos descubrir a los majestuosos Buitres Leonados (Gyps fulvus) o a los todavía más grandes Buitres negros (Aegypius monachus) surcando las corrientes o cogiendo térmicas que los lleven a las capas más altas. Ambas especies son reproductoras en nuestra provincia con varias colonias de Buitre leonado en los cortados graníticos de algunas de nuestras Sierras y una de las mayores colonias de Buitre negro de la Península en los pinos del Valle de Iruelas.
Si hay un sitio donde se ven muy fácilmente ambas especies es uno de los lugares más feos que podemos encontrar. El CTR de Urraca Miguel se ha convertido, como la mayoría de estos vertederos en una fuente de alimento muy fácil, y peligrosa, para grandes aves como los dos buitres, cigüeñas blancas o milanos de las dos especies. Si no atendemos al suelo y solo lo hacemos al aire podemos disfrutar de la gran silueta de estos carroñeros que tanto bien hacen a nuestros campos.
Primero vamos con los Buitres Leonados
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