Este pasado sábado empezamos las salidas al campo con el curso ornitológico de la Diputación de Ávila y para ello fui de monitor con un grupo de gente con ganas de conocer las aves a uno de los más bellos enclaves de la provincia , el pinar de Hoyocasero. Este pequeño bosque de pino silvestre esconde bajo las acículas de las ramas una joya botánica sin igual en nuestra geografía.
Pero entre sus ramas también se esconden algunas aves muy interesantes llenando el ambiente de cualquier mañana primaveral de sonidos donde el "cucu" del más insigne parásito se atisba mientras el "vi-vi-vi-vi" del pequeño mosquitero papialbo resuena al lado, el relincho del pito ibérico resuena en la lejanía y el los troncos rivalizan el "viu viu" del trepador azul con el "tuit tuit tuit" del agateador europeo.
De todos los moradores del lugar tenía tres objetivos que quería que nuestros acompañantes vieran y que salieron a lo largo de la mañana de manera muy satisfactoria pues pudimos verlos a placer durante largo rato. El primero de los que vimos no se hizo esperar y fueron de los primeros en salir. En el área recreativa que hay al inicio pudimos ver a la pareja de papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) entre las ramas de los robles que rodean los pinos que dan nombre al lugar. Al principio vimos a la grisácea hembra con su bonita mano en las primarias para después ver como el macho, con su contraste blanquinegro, llegó a las mismas ramas para mostrarse mientras cantaba. Se movieron entre las ramas para qeu todo el grupo lo viese antes de marcharse volando.
Para el segundo tuvimos que esperar hasta después de la parada para almorzar en el entorno de la fuente y tras ver la zona donde el protagonismo lo tiene la pulsatilla alpina que tiene en el pinar una población espectacular por sus flores y por su singularidad. Al poco de retomar el camino vimos al poco llamativo bisbita arbóreo (Anthus trivialis). Vimos a este bisbita de tonos amarillentos en su pose habitual, posado en una rama desnuda. Recién llegado de su viaje migratorio está ahora en plena época de reproducción y en las mismas ramas pudimos ver a dos ejemplares que previsiblemente eran una de la parejas que crían en este enclave abulense.
No muy lejos de éste críptico paseriforme forestal vimos al tercero de los buscados mientras nos sobrevolaba en un claro entre las copas de los árboles. Uno de los protagonistas del paso por el Estrecho tiene en este pinar una zona de reproducción y es habitual ver al precioso Abejero (Pernis aviporus) volando sobre los cielos.
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